Síguenos F Y T I T R
Hoy es noticiaEs noticia:
Apagón eléctrico

Gran apagón: relatos a oscuras de ibicencos

Así vivieron varios vecinos de la isla, asentados en la Península, el corte de luz en España

El apagón masivo de este lunes provocó, además de la oscuridad en las calles, el caos en el transporte y las comunicaciones. Un hecho sin precedentes que muchos ciudadanos vivieron con preocupación al tener que estar incomunicados varias horas.  | Foto: Europa Press

| Ibiza |

España vivió este lunes el mayor apagón de su historia con una interrupción masiva del suministro eléctrico, que provocó el caos en el transporte y las comunicaciones. Un hecho sin precedentes que muchos ciudadanos vivieron con preocupación al no saber qué ocurría exactamente, al estar incomunicados durante varias horas y al quedarse atrapados en largas retenciones debido a los semáforos inoperativos, entre otras consecuencias.

Miles y miles de afectados – entre los que se encuentran cientos de ibicencos asentados en la Península – vivieron con «desesperación» este apagón eléctrico. Una desconexión forzosa que ha dejado curiosos relatos por parte de estos vecinos que, al vivir por trabajo en la Península, vivieron varias horas a oscuras tras este crítico corte de luz. Entre estos ibicencos está Luís Valente, un vecino de la isla que actualmente vive en Getafe. Este hombre relata que sufrió las consecuencias de las fuertes retenciones de tráfico que provocó este apagón.

«La distancia que hay entre el centro comercial Palacio de Hielo y la M-40 es mínima y tardé unos 45 minutos en recorrer una calle; no avanzaba nada. Cuando llegué a la rotonda sobre la M-40, observé el colapso y opté por estacionar el vehículo y esperar un par de horas en un bar junto a una compañera de trabajo», explica Luis a Periódico de Ibiza y Formentera, resaltando que durante el fallo eléctrico se encontraba en este centro comercial porque a mediodía tenía lugar la presentación de un evento por motivos de trabajo.

No obstante, destaca que durante el descanso del acto, sobre las 12:30 horas, se fue la luz tan sólo un minuto porque entiende que este espacio cuenta con sistemas de generadores. «Fue entonces cuando nos enteramos de que este fallo eléctrico también se originó en varios sitios. Enseguida    llamé por teléfono a mi familia, que vive en Ibiza, y me dijeron que en la isla todo funcionaba con normalidad», destaca, agregando que, finalmente, se anuló esta presentación y se marchó del centro comercial sobre las 14.00 horas. «A estas alturas, ya no teníamos luz, Internet ni cobertura. Por lo tanto, los semáforos estaban inoperativos», precisa, mientras destaca que, tras pasar un par de horas en un bar junto a su compañera, fueron a un supermercado y observaron con preocupación cómo el miedo tras el apagón había dejado los estantes vacíos de botellas de agua.

«Cogimos una botella y, sobre las 19.00 horas, nos asomamos otra vez al puente y vimos que el tráfico era más fluido, sin embargo, seguíamos sin conexión. Intenté realizar hasta sesenta llamadas y sólo conseguí materializar tres», recuerda este ibicenco, precisando que sobre esta hora decidió desplazarse a su casa, ya que no quería que se hiciera totalmente de noche antes de emprender este recorrido. «Tardé dos horas en llegar a mi casa y recorrer 20 kilómetros, pero todavía estábamos sin electricidad cuando llegué porque no recuperamos la luz en mi zona hasta las 23:30 horas», agrega, mientras indica que una de las situaciones más «impactantes» que vivió durante el gran apagón fue observar largas filas de gente andando varios kilómetros por la autovía debido a las retenciones de tráfico, que obligó a muchos vecinos a estacionar sus vehículos.

Otro ibicenco, que también vive en Madrid, es Hugo Serra. Un estudiante que reside en Galapagar, un municipio que está a 30 kilómetros de Madrid. Este joven, que estudia un Máster Avanzado en Programación para Videojuegos, explica que cuando tuvo lugar este apagón estaba participando en una conferencia junto al resto de compañeros del máster. «De repente, sobre las 12: 30 horas, se cortó la luz. Pensé que sólo había sido en mi casa, pero este corte fue general», añade, resaltando que uno de sus compañeros, que estaba de vacaciones en Galicia, también destacó que había sufrido este fallo eléctrico que ocasionó no poder seguir con dicha conferencia. «Fue entonces cuando me puse en contacto con mi novia, que vive en Ibiza, y me dijo que todo estaba bien en la isla, sin embargo, me comentó que algunas compañeras de mi pareja, que trabajan en Portugal o Francia, también sufrieron este corte de electricidad», lamenta, explicando que más tarde fue a un supermercado que operaba con generador y pudo pagar con tarjeta.

Más tarde, indica, se dirigió junto a sus compañeros de máster a la Universidad, pero tuvieron que irse sobre las 16:00 horas porque las instalaciones se encontraban apagadas. «Hasta las 19.00 horas no volvió la luz», agrega. También sufrió las consecuencias de este apagón eléctrico la ibicenca Mónica Marí. Una mujer residente en Barcelona que vivió esta situación mientras estaba en la calle. «La gente empezó a decir en un principio que se había ido la luz en toda Barcelona, pero luego ya comenzaron a señalar que también había ocurrido a nivel nacional, en Francia y Portugal», afirma, haciendo hincapié en que también dejó de funcionar los servicios de telefonía.

En este sentido, lamenta que mucha gente empezó a hablar de un ataque de Rusia: «Prefiero no escuchar a nadie en estos momentos porque no ayuda nada. Tenía una radio con pilas e íbamos escuchando las informaciones», destaca, mientras comparte la tranquilidad que le supuso enterarse de que Baleares no había sufrido dicho apagón. «Hay que adaptarse a lo que viene; mi hijo y yo hicimos una fiesta de pijamas y pudimos leer gracias a una linterna. Hay que adaptarse y no dejarse llevar por lo que la gente va diciendo porque te pueden llegar a contagiar», insiste Mónica Marí.

Este gran apagón también afectó exponencialmente a las pequeñas ciudades como Logroño. Así lo explica la ibicenca Silvia Valente, quien estaba en plena reunión laboral cuando tuvo lugar este fallo eléctrico. «Empecé el día con normalidad; tenía una reunión en una sala en la que entra mucha luz natural y bajé las persianas, pero tras varios minutos se registró un corte de luz y, como las persianas son eléctricas, no las podía subir», afirma, resaltando que en un primer momento pensó que este corte sólo se había registrado en la planta, sin embargo, añade que, tras salir al rellano, observó cómo se habían encendido todas las luces de emergencia y cómo los ascensores estaban inoperativos.

«Enseguida pensamos que esta situación se había originado con motivo de las obras que se están ejecutando en la zona», apunta. En este sentido, señala que continuaron con la reunión y, al finalizar, fue cuando se percató de la noticia del apagón nacional, pero también del corte de luz en Portugal.

«Tuve algunos problemas para sacar mi coche del parking y opté por el transporte publico, aunque en la ciudad los semáforos no funcionaban. A partir de las 18:00 horas, gran parte de Logroño ya tenía luz», asegura esta mujer ibicenca, resaltando cómo los policías se situaron en los puntos mas críticos de la ciudad para gestionar el tráfico. «Al ser una población más pequeña se pudo gestionar de una forma más sencilla», puntualiza.

Sin comentarios

No hay ningún comentario por el momento.

Lo más visto