Los trabajadores de las residencias públicas de Ibiza gestionadas por la Fundación de Atención y Apoyo a la Dependencia del Govern se concentraron ayer para denunciar el «agravio comparativo» con el personal de atención a la dependencia de otros organismos públicos. En este sentido, desde el sector señalaron que perciben, de media, hasta 5.000 euros brutos anuales menos que el personal sanitario del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), a pesar de desempeñar funciones similares. Hay que señalar que la Fundación de Atención y Apoyo a la Dependencia agrupa en Ibiza a 450 trabajadores, que incluyen los de las residencias de Sa Serra, Can Raspalls y Can Blai.
Según Agustín Peña, presidente del Comité de Empresa de la residencia Can Raspalls y miembro del Comité de Intercentros, la principal reivindicación del colectivo es la equiparación salarial con respecto al personal del IMAS, organismo autónomo local gestionado por el Consell de Mallorca. Por lo tanto, el organismo homólogo en la isla sería el Consell d’Evissa, sin embargo, según Agustín Peña, a la hora de realizar el informe solicitando estas mejoras, desde el Govern aceptaron la comparativa entre la Fundación y el IMAS para facilitar una negociación conjunta, ya que los trabajadores de las residencias del Govern en Palma también sufren esta problemática.
«A la hora de unificar los criterios para valorar la diferencia de salarios nos encontramos con un problema: el Consell d’Evissa tiene unos complementos que no eran iguales a los complementos que tiene el personal del IMAS y, por ello, el Govern cogió la propuesta de diferencia salarial con el IMAS», ha destacado, resaltando que las condiciones del personal de las residencias del Consell son totalmente distintas a las condiciones de los trabajadores de la Fundación y el propio Instituto. «Entonces se tomó de referencia la tabla salarial del IMAS para el personal de las residencias de Ibiza y Palma gestionadas por el Govern», ha puntualizado. «Presentamos un informe comparativo entre nuestros salarios y los del IMAS. La diferencia media era de unos 5.000 euros brutos anuales, dependiendo de la categoría», ha señalado Peña. Desde junio de 2024, este personal de Ibiza comenzó a percibir un plus de difícil cobertura (unos 520 euros brutos para los grupos A y B, y 350 euros para el resto), que, según el comité, ha sido esencial para evitar el cierre de plantas y paliar en parte las diferencias retributivas. Sin embargo, este complemento no resuelve del todo el problema estructural, ya que la situación laboral se ve agravada por la falta de plantilla en estas tres residencias públicas de Ibiza. De media, entre siete y ocho plazas quedan sin cubrir semanalmente, y en momentos críticos se han llegado a registrar hasta 15 vacantes.
Foto: Arguiñe Escandón
En 2024, el número de renuncias alcanzó las 210, muchas de ellas correspondientes a personas que acababan de estabilizar su plaza. En lo que va de 2025, ya se contabilizan 77 dimisiones, lo que equivale a unas 19 bajas mensuales. La imposibilidad de hacer frente al coste de vida en Ibiza, especialmente el precio del alquiler, es uno de los motivos más recurrentes para estas renuncias.
Aunque desde el comité se asegura que los usuarios no sufren las consecuencias de esta precariedad, sí reconocen una mayor carga de trabajo y estrés entre los profesionales. «Cubrir las mismas necesidades con menos personal significa que el esfuerzo físico y emocional es mucho mayor», ha lamentado.