A principios de los años 80, el Port de Sant Miquel contaba con dos chiringuitos a pie de playa. Uno de ellos lo gestionaba Pep ‘d’es Port’, mientras que, a pocos metros, un tal Manolo era el responsable del otro chiringuito, que cada miércoles montaba una fiesta que llenaba la playa. Entre ambos, había un puesto de venta de ropa donde el mismo responsable hacía fotos a los turistas y las revelaba allí mismo.
Estos chiringuitos se mantuvieron hasta mediados de los años 80. Entonces, Joan Escandell Marí construyó su propio negocio hostelero a pocos metros de donde habían estado los anteriores chiringuitos de playa. «No era tan informal como un chiringuito de playa, pero tampoco tan elegante como un restaurante», recuerda Conchi Sanz, la empleada más veterana del negocio.
Inicios
«Yo vivía en el Port de Sant Miquel desde que llegué a Ibiza en el 81», explica Conchi, que recuerda: «Mi primer jefe fue Joan Escandell, cuando trabajaba en los hoteles. Pero eso fue antes de que abriera Can Tothom. Entonces yo tenía mi propio bar en Sant Miquel, Can Royal».
Aunque los primeros años de Can Tothom los vivió como vecina y clienta —se incorporaría en 1993—, recuerda perfectamente los inicios del negocio: «Lo llevaba un matrimonio inglés, que hacía comida inglesa como los fish and chips y cosas de esas, junto a Toni Caramunt, que se encargaba de la barra y de los clientes». De esa época, Conchi también recuerda con humor la acogida del vecindario: «La gente del pueblo lo llamaba ‘can ningú’. Era muy divertido, pero el Port de Sant Miquel siempre ha sido muy familiar y a las doce de la noche se cerraba».
Evolución
La oferta gastronómica de la primera época de Can Tothom, además de la comida británica, no se extendía más allá «de algunos bocadillos o ensaladas básicas: lo que comían los turistas», tal como asegura Conchi.
Sanz es cocinera y se incorporó a la plantilla de Can Tothom tras unos años de cierre. «Entré en la cocina mientras Pedro, a quien conocía desde niño, y otro chico se encargaban de la barra y la terraza», recuerda Conchi respecto a esta nueva etapa del establecimiento, cuando «todavía era muy distinto a lo que es ahora. Estaba todo cubierto de cañizo y pusimos unas puertas de madera en la barra para cerrarla al terminar la jornada».
Su llegada supuso también una ampliación sustancial de la carta: «Sin dejar de hacer los bocadillos de siempre, empezamos a hacer ensaladas más elaboradas y, entre otras cosas, la lasaña mixta, que sigue siendo la estrella de nuestra cocina hoy en día».
No sería hasta 2009 cuando Can Tothom implementó los primeros cambios estructurales para convertirse en lo que es hoy. «Lo primero que se hizo fue poner el suelo, el techo y la cocina. Un par de años después se pusieron los nuevos baños y se adaptó la terraza».
Los cambios no fueron solo estructurales: «A partir de 2004 se empezó a abrir durante todo el año. En esa época yo estaba trabajando en unos apartamentos con el mismo jefe y durante el primer invierno lo llevó una chica alemana. El siguiente ya me quedé yo. Al principio sola, pero enseguida necesité a alguien».
La plantilla fija de Can Tothom ha seguido creciendo con la incorporación de Mar Sánchez y Vicent Bufí en 2017. Hoy cuenta con más de cinco personas en la temporada de invierno y hasta doce en verano, entre quienes se encuentran Lidia, Verónica, Diego, Vanessa, Vivina, Moha o Corina.
«Hoy tenemos una carta totalmente distinta», añade Mar, sin dejar de subrayar que «lo que no vamos a mover nunca de la carta es la esencia de nuestra cocina: la lasaña». Otra de las novedades de los últimos años son los espetos que Fernando Díaz cocina cada viernes en Can Tothom: «Se hacen entre junio y septiembre, dependiendo del tiempo que haga, y cada vez tienen más éxito».
En este sentido, como buena vecina del Port de Sant Miquel desde hace más de cuatro décadas, Conchi recuerda otro evento mítico que se celebraba cada viernes a unos metros del Port: «Las sardinas que organizaba Juanito en ‘Es caló d’es Multons’ cada viernes y sábado: eso era salvaje y libre. Yo siempre iba cuando terminaba de trabajar».
Clientela
La clientela de Can Tothom es del todo variada: turistas, trabajadores de temporada, vecinos y visitantes de otras zonas de la isla. Juan es un ejemplo de este último perfil: «Aunque no soy de Sant Miquel, conozco Can Tothom desde hace muchos años, tanto como cliente como dentro de mi trabajo como representante. Vengo siempre que puedo, una o dos veces al mes si es posible. Esta parte de la isla es muy tranquila, no hay jaleo y puedes venir tranquilamente con los niños».
Juani lleva dos temporadas trabajando en un restaurante del Port de Sant Miquel y asegura que «uno de mis momentos favoritos del día es cuando vengo a tomarme mi café y mi tostada antes de comenzar la locura del trabajo. Es mi momento de calma antes de la batalla».
Para Carlos, Can Tothom también es el mejor punto de partida para su jornada laboral dentro de su taxi: «Este es el bar favorito de los taxistas de Sant Joan. Es donde nos juntamos a desayunar cada mañana nuestro café y nuestra tostada antes de que empiecen a venir los clientes». Carlos, además, subraya que en Can Tothom «hacen el mejor café de, por lo menos, todo Sant Miquel».
Tanto Carlos como Juan y Juani coinciden en destacar «el trato y el servicio con el que te atienden siempre; te hacen sentir todavía más a gusto».
Sin tanta experiencia, «es el segundo día que llevo en Ibiza», Anastasia también pone en valor el trato y la simpatía del personal mientras espera que le sirvan una bebida para llevarse a la playa junto a su familia. «Es el mejor sitio para venir a desconectar. Dicen que en Ibiza hay mucho jaleo, pero esta zona es tranquila e ideal».
Sharon ya había estado en Ibiza antes de dejarse convencer por su hija para volver a la isla: «Estuve hace unos años en Sant Antoni y no me gustó nada. No tenía intención de volver, pero decidí darle una segunda oportunidad. Ahora estoy segura de que volveré por lo menos una tercera vez».
muy buenos los espetos los viernes y buen sitio para que los de aquí nos podamos tomar un buen arroz sin que nos metan un estacazo