El Consell d’Eivissa ha trasladado a la empresa concesionaria Alsa las quejas recibidas por parte de numerosos usuarios del transporte urbano, especialmente en relación con el funcionamiento de la línea L8, que une Sant Antoni, Sant Josep e Ibiza.
Así lo confirmó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera el director insular de Transportes del Consell d’Eivissa, Roberto Algaba, quien aseguró que la institución insular ya ha remitido a la empresa los problemas planteados por los ciudadanos para que se pueda trabajar en su resolución.
Las deficiencias en este servicio han sido reiteradamente señaladas por los vecinos, que describen un panorama marcado por la falta de puntualidad, el uso de vehículos antiguos y el estado de abandono de muchas paradas. El propio Roberto Algaba recordó ayer que en noviembre está previsto que entre en vigor la nueva concesión de transportes, con la que se implementarán mejoras significativas tanto en la calidad del servicio como en su eficiencia. Además, el Consell, según agregó, también anunció recientemente un plan de carreteras que incluye la renovación y estudio de las paradas, «lo que contribuirá a mejorar la experiencia de los usuarios». En este sentido, la máxima institución insular sacó a principios de este mes de julio la redacción del proyecto ejecutivo para renovar 340 paradas de autobús de la red viaria insular por un total de 454.104 euros. Por municipios, se renovarán 18 en Ibiza, 116 en Santa Eulària, 73 en Sant Josep y en Sant Joan y 60 en Sant Antoni. Las ofertas se pueden presentar hasta el 4 de agosto de 2024. «Con este paso se culminan las acciones iniciadas con el Plan de adecuación de paradas de autobús, basado en un informe de ‘Propuesta de estrategia de inversión’, elaborado por el Departamento de Transportes y la empresa Gradual Ingenieros», destacaron desde el Consell. El mismo informe apuntaba que de las 340 paradas analizadas, 165 necesitan mejoras puntuales y 129 necesitan actuaciones integrales.
Para muchos vecinos, la situación actual es insostenible. Viajar en la línea L8 se ha convertido en «un auténtico suplicio», según relató un usuario habitual que depende de este servicio para llegar a su puesto de trabajo. «Normalmente cojo el autobús de las 8.00 horas de la mañana, que pasa a las 8.20 por Sant Josep. Antes de ayer llegó a las 9.10 horas. Casi una hora tarde», denunció. «Cada día voy con el corazón en un puño, temiendo llegar tarde al trabajo», añadió.
Las paradas son responsabilidad de la empresa?????? Un poquito de por favor.....sanciones, sanciones