Los vertidos de aguas fecales ocurridos este mes de julio en el municipio de Sant Antoni, que han obligado a cerrar playas como las de s’Arenal o Caló des Moro, han constituido uno de los puntos centrales de debate en el pleno ordinario celebrado durante la mañana de este jueves.
Lo ha hecho a través de una moción de control presentada por el grupo municipal socialista, bajo la cual la concejal Andrea Pérez ha manifestado que «los episodios de vertidos suponen un riesgo de salud pública de los vecinos y turistas, además de la pésima imagen que se ofrece al exterior» y ha expuesto las conclusiones de un informe encargado por Abaqua en el cual se aseguraba que «el estado ambiental de la bahía de Portmany presenta claros signos de degradación».
La réplica ha corrido a cargo de Pepita Torres, regidora de Medi Ambient, quien ha asegurado que «en ningún momento ha existido un peligro para la salud de los vecinos o de los turistas», ni tampoco una amenaza para «los ecosistemas marinos».
En esta dirección también se ha manifestado el alcalde del municipio, Marcos Serra, quien ha señalado que estos vertidos «vienen por un mal uso de las infraestructuras» y que en todo caso «desde el Ayuntamiento estamos trabajando para mejorar el sistema de alcantarillado, y cada vez que se realiza una obra pública, estas están siendo renovadas para mejorar el sistema».
Residuos téxtiles
El pleno municipal de Sant Antoni de Portmany ha aprobado esta mañana encomendar a la Mancomunitat Intermunicipal de Serveis Públics, la gestión de la competencia municipal en relación al servicio de recogida, transporte y tratamiento de residuos textiles.
Desde el año 2010, el municipio participa activamente en la gestión mancomunada de residuos domiciliarios especiales —como voluminosos, escombros o aceites usados— a través de la Red Insular de Deixalleries, y desde 2018 forma parte del servicio conjunto de recogida de aceite vegetal doméstico. Con esta nueva encomienda, se amplía la colaboración para abarcar también el textil doméstico, reconocido como residuo urbano por la legislación vigente.
El coste estimado anual para Sant Antoni será de 45.499,56 euros, según la memoria técnica y económica presentada por la Mancomunidad. Además, se autoriza la instalación de contenedores específicos en la vía pública para facilitar la recogida separada de este tipo de residuos.
El pleno también ha aprobado la denominación oficial de una nueva vía pública en Sant Rafel de Sa Creu, que pasará a llamarse ‘Carrer de Conxita Roig Caldentey (mestra)’, en reconocimiento a su labor como maestra, a propuesta de los vecinos. De esta forma se da visibilidad a una mujer destacada en la memoria colectiva local como figura clave en la educación y la cultura del pueblo de Sant Rafel.
Esta designación responde a la necesidad de dotar de dirección postal el acceso a la nueva escoleta de Sant Rafel, que el Consistorio está construyendo en la parcela que se encuentra ubicada entre la Avenida Isidoro Macabich y la Calle Toni des Pou.
Por otra parte, también se ha aprobado otorgar el nombre de ‘Carrer de Marià Villangómez i Llobet’ a una vía pública de Sant Antoni, en homenaje al escritor ibicenco, para el vial comprendido entre las calles Gaietà Soler y Lope de Vega. Esta vía servirá como acceso principal al edificio situado en C/ Ponent, el cual carecía hasta ahora de denominación oficial, lo que dificultaba el empadronamiento y la asignación postal.
Con esta denominación se hace un reconocimiento al poeta, prosista, dramaturgo, traductor y profesor ibicenco, considerado el mejor escritor que ha tenido la isla de Ibiza y una de las figuras más relevantes de la literatura catalana del siglo XX.
Ambas denominaciones han sido propuestas con el respaldo técnico del normalizador lingüístico municipal y de los informes jurídicos correspondientes, además de todos los grupos político del pleno.
Que ya no cabe mas kk