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Nuevo colapso para realizar los exámenes de conducir en Ibiza: las autoescuelas denuncian la situación

Esperas de varios meses para presentarse al examen de conducir

Hay muchísima gente esperando el examen y muy poca haciendo prácticas y esto frena la apertura de nuevos centros de formación en la isla | Foto: Toni P.

| Ibiza |

Ibiza vuelve a estar sumida en un cuello de botella para la obtención del permiso de conducir. Fernando López, responsable de la autoescuela Residencial —la que, según él, más alumnos tiene en la isla y la cuarta de Baleares— describe un panorama que recuerda a las peores épocas: «Estamos teniendo el atasco que prometieron que no se iba a repetir».

López recuerda que la DGT convirtió Ibiza en un «centro desplazado» de Tráfico, con examinadores enviados desde Palma. «Al principio fue muy bien, pero con el tiempo nos han quitado la zanahoria, ha ‘bajado el suflé’ y volvemos a estar en la misma realidad de siempre». Según explica, el número de examinadores disponibles en Baleares «ronda los 14 o 16, aunque no todos están activos».

El retraso es evidente: «Dependiendo de la autoescuela, el plazo de espera para examinarse va del mes y medio a los seis meses. Siempre depende del CAPA (cupo de exámenes) que nos den desde Palma». La DGT distribuye cada 10 días el número de plazas disponibles para toda la isla. En el caso de la autoescuela Residencial, en la próxima convocatoria podrán examinar a 43 alumnos de las aproximadamente 100 pruebas que se harán en Ibiza.

La saturación no solo afecta a los tiempos, sino también a la matrícula. «La gente está ‘encabronada’, cuando les dices cuándo tienen la fecha para examinarse ni se lo creen», afirma López. Parte de la llamada «población flotante»—temporeros, estudiantes, pilotos, azafatas— ha optado por no apuntarse en la isla para evitar esperas, buscando centros en otras localidades. Sin embargo, la situación tampoco es mucho mejor en el resto del país: en Baleares hay hasta 8.000 personas en lista de espera para el carnet tipo B, con una demora mínima de dos meses que aumenta durante el verano.

La incertidumbre repercute directamente en la enseñanza. «Nos afecta mucho a la hora de programar la formación, no se puede hacer un ‘timing’ adecuado sin saber cuánto tiempo se va a quedar el alumnado parado tras hacer sus prácticas», señala López. Ese parón, añade, implica un esfuerzo económico extra para quienes deben seguir practicando. Y el problema se agrava en caso de suspender: «A algunos se les está llegando a caducar el teórico como nunca había sucedido antes».

López resume la paradoja actual: «Hay muchísima gente esperando el examen y muy poca haciendo prácticas». Una situación que, advierte, también ha frenado la apertura de nuevos centros de formación en la isla.

1 comentario

user Crispis | Hace 4 meses

Que piden para ser examinador de examen teorico y practico? Q hagan una FP y veras como se llena. Todo lo q es oposicion y funcionario son vagos y muchos quieren trabajar no tocarse los huevos y darse de baja por romperse una uña.

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