Pocholo Martínez-Bordiú reflexiona en una carta remitida a Periódico de Ibiza y Formentera sobre la oleada de incendios que asola gran parte del país. Aunque Ibiza se mantiene, de momento, a salvo de las llamas, advierte de que los bosques y campos pitiusos también están en serio peligro.
El aristócrata ha querido alzar la voz en un momento en el que España sufre graves incendios forestales. En su misiva, Pocholo recuerda que «el verano en Ibiza quema, y no sólo por el sol ni por la fiesta», y llama a la prevención como la única receta eficaz contra el fuego: «Los incendios se apagan en invierno, cuando nadie mira a la montaña, limpiando caminos, quitando ramas secas y manteniendo los cortafuegos».
Para Pocholo, la protección de los bosques no es responsabilidad exclusiva de bomberos o de la Unidad Militar de Emergencias, sino un deber colectivo: vecinos, instituciones y empresas. «No se trata de esperar al desastre, sino de adelantarnos. Cuidar el bosque es chic, es tendencia, es Ibiza en estado puro», reivindica.
En su carta, Pocholo también propone convertir la prevención en un proyecto comunitario que ayude a integrar a quienes llegan a la isla: «¿Por qué no sumar esfuerzos y ofrecer formación, trabajo digno y participación en iniciativas que protejan nuestros bosques? Así no solo cuidamos la isla, también creamos comunidad y damos un ejemplo de solidaridad real».
El ibicenco recuerda además la fragilidad de los recursos hídricos en Ibiza: «Yo mismo recibo agua en casa con camiones de la familia Bufí, un lujo que me hace ser consciente de que no sobra ni una gota. Y si no hay agua para todos, menos aún para apagar incendios. Por eso, prevenir es nuestro mejor seguro».
Finalmente, agradece el esfuerzo de la UME y de los hidroaviones que combaten las llamas en todo el país, a quienes define como «los verdaderos héroes cuando el fuego ataca». Y concluye con un mensaje optimista y de compromiso: «Apagar un fuego no es solo cuestión de agua, sino de humanidad. Si apagamos los fuegos en invierno, en verano arderá menos odio y más solidaridad».
El que nos faltaba.