El Ayuntamiento de Ibiza aseguró ayer no tener constancia de ninguna queja por parte de los socorristas del municipio, de su coordinador o de la empresa concesionaria. De esta manera respondieron en el Consistorio a las críticas lanzadas el pasado fin de semana desde la Unió de Socorristes d’Eivissa de CGT.
Fuentes municipales explicaron que la Concejalía responsable ha intentado reunirse con el representante de este sindicato, aunque se sigue a la espera de poder concertar un encuentro. CGT emitió la queja sin haber comunicado previamente estos asuntos a la Concejalía y a la técnica de playas, afirmaron desde el Ayuntamiento.
«Mantenemos un contacto diario con los socorristas y con su coordinador y nos manifiestan estar mejor que nunca. Por el contrario, nunca hemos visto ni hemos recibido ninguna reclamación por parte de este representante sindical. Hemos instalado una nueva caseta en Playa d’en Bossa para las curas y para el uso de los socorristas y las torres de vigilancia se encuentran en proceso de licitación para ser renovadas inmediatamente. El salario ha subido un 30 % este año y se encuentra acorde a lo que marca el convenio y se ha solicitado a los socorristas que no almacenen comida en las casetas para evitar que puedan aparecer insectos o roedores. El contacto es diario, fluido y muy positivo», manifestaron desde el Ayuntamiento. Este fin de semana, los socorristas de Ibiza denunciaron las pésimas condiciones en las que, según CGT, deben desempeñar su labor. «Mientras el municipio de Ibiza presume de turismo de élite, yates millonarios y fiestas de lujo, sus socorristas, los primeros intervinientes que velan por la vida en las playas, sobreviven en condiciones indignas que rozan lo tercermundista», afirmaron en un comunicado.
Torres de vigilancia
Entre otras cosas, aseguraron que desde 2019 reclaman al Ayuntamiento la sustitución de las torres de vigilancia al ser «unas estructuras precarias, con más de una década de antigüedad». Al mismo tiempo, destacaron el lamentable estado del módulo de enfermería, con ratas y cucarachas correteando entre botiquines y uniformes.
Sobre su situación salarial, los socorristas destacaron las diferencias existentes con otros colegas del resto de municipios, asegurando que en Vila «se sigue pagando una miseria a quienes salvan vidas cada día en sus playas». Ello provoca una elevada rotación de la plantilla, que cambia todos los años «por las condiciones nefastas que se ofrecen», concluyeron desde CGT.
Como comentábamos ayer, que limpien bien el lugar, las ratas no aparecen porque si, tiene que haber restos de comida, suciedad, ropa sucia, sudor, etc. A las ratas les atrae todo eso. Es por la suciedad creada por ellos mismos que tienen estos problemas. Más guarros imposible.