La alerta naranja por lluvias decretada para este jueves en Ibiza ha tenido un impacto inmediato en la rutina diaria de la isla: colegios completamente vacíos y carreteras sin apenas tráfico a primera hora de la mañana. La decisión de suspender las clases, tomada como medida preventiva, fue acatada de manera unánime por las familias, que respetaron escrupulosamente la indicación de no llevar a los menores a los centros educativos.
El contraste con cualquier otro día lectivo era evidente. Poco antes de las nueve de la mañana, las puertas de los colegios presentaban una imagen inusual, sin alumnos ni movimiento de padres y madres. Lo mismo ocurría en las calles: la habitual congestión en los accesos a la ciudad de Eivissa y en los entornos escolares brillaba por su ausencia, dejando un paisaje casi desierto para lo que suele ser la hora punta de la jornada.
La suspensión de las clases se enmarca en las medidas de prevención adoptadas tras los graves efectos de la tormenta del pasado 30 de septiembre, que provocó inundaciones históricas en Vila y en varias localidades de la isla. Aunque el episodio de lluvias previsto para este jueves todavía no ha alcanzado la magnitud del temporal anterior, la precaución ha primado para evitar riesgos innecesarios tanto en los desplazamientos como en los propios centros educativos.
Las autoridades han pedido a la ciudadanía que siga las recomendaciones de seguridad mientras se mantenga la alerta meteorológica y han recordado que las clases se reanudarán en cuanto las condiciones lo permitan.
Ai carai, ido! Això no és cap inundació ni pitxes en vinagre! A fer-se palles tothom, redéu! Eua, a fer fotre ja, collons!