La Asociación de Madres y Padres de Personas con Discapacidad de Baleares (Amadiba) continúa a la espera de una resolución judicial sobre el recurso contencioso-administrativo que presentó hace dos años contra el Consell d’Eivissa para reclamar el pago de una deuda de 2,2 millones de euros, más intereses, por los servicios de atención a personas con discapacidad intelectual que prestó entre 2017 y 2019. La gerente de la entidad, Jane King, lamentó ayer que el procedimiento sigue estancado desde su admisión a trámite en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Palma.
«Pusimos la demanda hace dos años y no sabemos absolutamente nada. No nos han puesto fecha para declaraciones ni nada de nada. Va súper lento, pero ya sabemos cómo funciona la justicia», afirmó a Periódico de Ibiza y Formentera. De momento, insistió, la entidad sigue sin noticias del juzgado que tramita su reclamación contra el Consell d’Eivissa. «No tenemos ni idea de cuándo se resolverá. Los abogados tampoco pueden decirnos nada, porque los expedientes se reparten y cada juez lleva su carga de trabajo. Es una lotería», reconoció.
«Somos una entidad grande, con 600 trabajadores y más de 3.000 usuarios en todas las islas»
Hay que señalar que esta reclamación de Amadiba se remonta a los años en que el anterior gobierno insular – formado por PSOE y Guanyem – encargó a la entidad la gestión de varios servicios de atención a personas con discapacidad intelectual. Sin embargo, según recordó King, el Consell no abonó los importes correspondientes a los ejercicios comprendidos entre 2017 y 2019, lo que generó un importante «agujero económico».
«El impacto fue grande. Hemos tenido que recurrir a productos financieros de los bancos, adelantando facturas de servicios para poder mantener la actividad», señaló la gerente, precisando que se ha realizado una «pura ingeniería financiera». A pesar de esta situación, King subrayó que el servicio a las familias y usuarios no se ha visto afectado, gracias a la estructura de Amadiba y al apoyo de la sede central en Mallorca.
«Somos una entidad grande, con 600 trabajadores y más de 3.000 usuarios en todas las islas. Eso nos ha permitido resistir. Si no hubiéramos tenido la fortaleza que tenemos, aquí nos habríamos hundido», aseguró.
Plus de doble insularidad
A las dificultades derivadas de la deuda histórica, subrayó que también se suman los retrasos en los pagos de los servicios actualmente concertados con las administraciones y denunció que todavía no se ha abonado el plus de doble insularidad de 300 euros mensuales que debía aplicarse desde 2024 para ayudar a los profesionales de la entidad a afrontar el coste del alquiler en la isla.
«Llevamos mucho tiempo luchando por ese plus, y el Consell nos lo reconoció el año pasado, pero todavía no hemos visto ni un euro», afirmó e indicó que todo es muy complicado «porque creo que falta experiencia en la gestión administrativa de los conciertos sociales». «Están acostumbrados a funcionar con subvenciones, cuando en nuestro caso hablamos de un servicio esencial que el Consell debería estar prestando directamente», agregó, resaltando cómo esta falta de comprensión del modelo de concertación provoca retrasos continuos.
«Había familias que traían a sus hijos a Mallorca porque aquí no había servicios»
«En vez de procurar que cada mes cobremos para afrontar los gastos de personal, infraestructuras o comidas, nos pagan como si fueran subvenciones, con demoras constantes. En fin, todo va tarde», lamentó, recordando que Amadiba desembarcó en Ibiza en 2016 con el objetivo de atender a familias que, hasta entonces, debían desplazarse a Mallorca para recibir atención especializada. «Nos dimos cuenta de que había familias que traían a sus hijos a Mallorca porque aquí no había servicios. Como asociación de familias no podíamos permitirlo», apuntó King. Desde entonces, la entidad gestiona en Ibiza servicios esenciales para personas con discapacidad, con más de 60 profesionales y una cartera de programas en crecimiento.
«Hemos abierto camino. Desde el momento en que llegamos y empezamos a concertar servicios, las entidades locales también pudieron dar el salto desde las subvenciones a la creación de recursos estables como centros de día», explicó, subrayando que la llegada de Amadiba a Ibiza no sólo benefició a sus propios usuarios, sino que impulsó el desarrollo del conjunto del sector social en la isla.
«Gracias a nuestro posicionamiento inicial y a nuestra lucha, las demás entidades han podido crecer. Nosotros creamos conocimiento, compartimos experiencia y ayudamos a que nadie se quede sin atender», puntualizó.
Más de 13 millones para una carretera y más de 9 millones para una rotonda, pero para lo importante, público o social; busca la vida.🤬