La Audiencia Provincial ha resuelto que la familia de un niño de 12 años que fue arrollado por un turismo en Sant Mateu en el verano de 1996, en un accidente que le ocasionó una tetraplejía, cobre de momento veinte millones de pesetas en los conceptos de principal, intereses y costas.
La Sección Tercera ha hecho pública esta sentencia que corresponde a un primer proceso que se inició tras apelarse una sentencia del juzgado de instrucción de Eivissa, con una suma de cinco millones, en un caso que también llevó parejo un juicio de faltas y en el que finalmente se culpó del accidente en su mayor parte al menor. El tribunal dice ahora que fue a la inversa.
Las partes esperan ahora del resultado de otro recurso, por otro procedimiento en otro juzgado, que podría aumentar el montante del dinero que cobraría la familia afectada, según ha podido averiguar este periódico. Dicho dinero garantizaría el futuro del menor. En este sentido, la resolución de la segunda parte del litigio en la parte que queda pendiente es la que, por haber una mayor suma económica en juego, puede ayudar en mayor grado al tratamiento del pequeño, que sólo por las lesiones que sufrió en el siniestro necesitó doscientos días de ingreso hospitalario. El joven, entonces de diez años de edad, fue atropellado por un turismo con matrícula italiana en el camino viejo de Sant Mateu cuando éste se incorporaba con su bicicleta a la citada carretera.
La juez Loreto Arroyo, responsable en aquella época del juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, atribuyó en el juicio de faltas que se siguió un «porcentaje de culpa del 20 por ciento para el turismo y de un 80 por ciento para el menor». La juez Arroyo valoró principalmente que el niño era quien había entrado de un camino a una carretera preferente.