Un coche ardió por completo ayer en la carretera de Santa Eulària debido a un fallo mecánico, lo que obligó a la Policía Local de aquella localidad y a la Guardia Civil a cerrar el tráfico durante media hora en dicha zona.
Todo ocurrió a las cuatro de la tarde cuando el conductor del turismo, un ciudadano alemán que pasaba una temporada en Eivissa, vio como la cabina del coche empezaba a llenarse de humo, el cual salía por el salpicadero. Esta persona abandonó inmediatamente el vehículo e intentó extinguir las llamas con un pequeño extintor. El conductor de un autobús que vio el humo le ayudó con un segundo extintor.
Pero todo fue inútil, el coche seguía ardiendo y provocando una densa humareda y las llamas empezaron a quemar la vegetación situada en el margen de la carretera, por lo que fue requerida la presencia de los bomberos, quienes, en aquel momento, también estaban prestando sus servicios en el accidente mortal ocurrido en la carretera de ses Salines.
Durante la espera, fue produciéndose un atasco en las dos direcciones de la carretera de Santa Eulària. Mientras, el conductor se lamentaba de su mala suerte apoyado en uno de los coches aparcados.
Una vez sofocadas las llamas por la dotación de los bomberos era poco lo que quedaba del automóvil, tan sólo unos hierros retorcidos y carbonizados.