El abogado Miguel Capellá, que representa los intereses del capitán del yate del príncipe de Qatar, explicó ayer que la orden judicial de embargo preventivo llegó al Constellation en la tarde del martes, cuando el barco se encontraba en aguas internacionales, a 14 millas de la costa de Mallorca.
Capellá criticó también la forma en la que la patrullera de la Guardia Civil abordó al Constellation y subió para entregar al capitán esta orden, que, además, era una copia de un fax del requerimiento enviado por un juzgado de Eivissa, que no había sido ratificada por el de Palma.
La orden de inmovilización cautelar establece el pago de una fianza de 500 millones de pesetas para poder navegar, después de que el pasado día 12 el «Constellation» embistiera a un buque de pasajeros de la compañía Balearia, que se encontraba atracado en Eivissa.
Sobre el accidente, ocurrido cuando el yate del príncipe de Qatar embistió al rápido de pasajeros «Formentera Jet», Capellá insistió en recalcar que las causas «no son en ningún caso imputables a Fiscaletti», sino que fue debido a un fallo mecánico del sistema de control del buque.
Tras la colisión, el capitán del Constellation acudió al juzgado de guardia a formular protesta de averías y, personalmente, contactó con los representantes de Balearia para darles las oportunas explicaciones e informarles de los datos de la compañía de seguros.
Miguel Capellá, quien indicó que el yate se encuentra navegando por aguas del Mediterráneo, negó que en el momento del accidente estuviera a bordo el príncipe de Qatar. Insistió en señalar que el yate de recreo no ha huido de Palma y apuntó que, de hecho, tiene previsto regresar el fechas próximas, que no quiso concretar.