Tras más de 72 horas a bordo del avión de la compañía Indian Airlines secuestrado por cinco piratas aéreos, el piloto de la aeronave habló ayer por radio con los representantes de la ONU que se encuentran en la torre de control del aeropuerto afgano de Kandahar. Según las informaciones llegadas desde las instalaciones aeroportuarias, el piloto informó a la delegación diplomática de que los pasajeros y la tripulación que permanecen como rehenes en el interior del aparato se encuentran «en muy mal estado físico y psíquico».
El piloto de la compañía Indian Airlines también indicó durante su corta conversación que no se encontraba en condiciones de volver a elevar el avión, asegurando que se encontraba muy cansado para poder despegar y que con seguridad se estrellaría si lo intentaba. Según varias informaciones las condiciones dentro del aparato eran ya infrahumanas en cuanto que ya no había casi nada para comer y beber y a ello había que sumar las bajas temperaturas. Por otra parte, uno de los rehenes liberados por los secuestradores explicó ayer el horror que se vive en el avión indio. Según esta persona, el pasado día 24 a la hora de la comida durante el vuelo un hombre ordenó que se dejara de comer, que se cerraran las ventanas y que todos agacharan la cabeza. Los rehenes desconocían en qué aeropuertos estaba haciendo escalas el aparato. Singh relató como los piratas aéreos separaron a una serie de personas: «Seguramente escogieron a aquellos que físicamente podían hacerles frente», aclaró.