El capitán Ignacio Segura, que murió anteanoche tras chocar el F-18 que pilotaba contra otro avión, era «un piloto brillante», tenía «una experiencia máxima» -más de 1.500 horas de vuelo- y había participado en operaciones en Bosnia, según dijo el coronel Andrés Navas, jefe del Ala 15 del Ejército del Aire.
El mando subrayó que, además de contar con 1.500 horas de vuelo, conocía perfectamente los F-18, en los que había volado 1.200 horas, por lo que era «uno de los instructores más cualificados». José Ignacio Segura, que nació en Salamanca en 1967, había participado en operaciones y misiones como integrante del destacamento de Icaro en la base Aérea de Aviano (Italia). Navas explicó que una comisión investigadora trabaja en el esclarecimiento de las causas del accidente en el que chocaron dos F-18 cerca de la localidad zaragozana de Ejea de los Caballeros y del que pudo salir con vida el teniente Antonio Bermejo, tras saltar del avión.
Según Navas, los aviones del teniente y del capitán chocaron en vuelo cuando estaban en una formación integrada por cuatro aviones y añadió que sus compañeros sólo pudieron percatarse de la ausencia de los accidentados cuando, al aproximarse a la base de Zaragoza, no respondían tras el cambio de frecuencia en la radio.