Un ataque con gas tóxico perpetrado en la madrugada del sábado contra una discoteca en Lisboa ha provocado la muerte de siete personas y otros 65 heridos. Uno de los fallecidos es una joven española, Esther Ramos López, de 20 años y natural de Madrid, que se encontraba acompañada por otras tres personas de nacionalidad española que se encuentran en perfecto estado.
Un individuo aún sin identificar lanzó dos recipientes del tamaño de una pequeña botella de agua, con un gas similar al gas lacrimógeno, al interior de la discoteca de ambiente afro «Luanda» en torno a las 04'30 horas, hora local, en el momento en que se apagaban las luces del local, hecho aparentemente provocado desde el exterior del recinto. El cuerpo de la joven española ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Lisboa. Según el cónsul español en Lisboa, Fernando González Camino, «la probable causa de las muertes se debió a las contusiones sufridas por el pánico desencadenado y no tanto por la inhalación de un gas tóxico». La familia de la fallecida viajó ayer por la tarde a Lisboa y fue recibida por representantes de la embajada, que «intentarán ayudarles en lo posible», según González Camino. Los fallecidos, además de la joven de nacionalidad española, son dos mujeres y cuatro hombres de origen africano y de edades comprendidas entre los 20 y los 36 años. El ataque causó también