Pasaban tres minutos de las tres de la tarde cuando en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Eivissa apareció la imagen de la jueza norteamericana Victoria Platzer en uno de los monitores instalados en la sala para celebrar la primera vista a través de vídeoconferencia en la isla. El juicio por el asesinato de Anthony 'Dale' Pike, hijo del propietario del hotel Pike's de Sant Antoni, Tony Pike, y cuyo cuerpo apareció en febrero de 1998 en un bosque situado junto a una playa de Cayo Vizcaíno (Florida) con dos disparos en la cabeza, fue el motivo por el que se conectaron los dos tribunales y así proceder al interrogatorio de las personas relacionadas con el caso que residen en Eivissa.
Junto al juez decano Juan Carlos Torres, se encontraban en la sala los abogados Ernesto Díaz y Jaime Colomar, quienes colaboraron con los letrados norteamericanos encargados de la defensa de Enrico Forti, máximo inculpado por este crimen; una observadora del Consejo General del Poder Judicial; una observadora del Consulado norteamericano de Barcelona y los técnicos encargados de la retransmisión.
Desde Florida, la jueza Platzer obligó a todas aquellas personas que no estuvieran vinculadas al proceso que abandonaran la sala, pese a ser una vista pública en EE UU. Juan Carlos Torres hizo constar en acta esta decisión y, una vez desalojada la sala, dio comienzo el turno de testificación desde la isla.