O. R.
Los deportes náuticos no siempre están exentos de riesgos. Esto es
lo que comprobaron ayer en sus propios huesos dos turistas de
nacionalidad británica, quienes resultaron heridos de diversa
consideración tras caer sobre unas rocas desde un parapente náutico
en Cala de Bou.
Este deporte, que se puede practicar en varias playas de nuestra costa, consiste en enganchar a una lancha un parapente, del que se colgarán los usuarios. Cuando la embarcación comience a coger velocidad, el artefacto comenzará a despejar. En ciertos ámbitos, esta práctica, muy similar al ski acuático, recibe el nombre de parasailing, según explicaron ayer a este periódico varios especialistas.
Los dos turistas accidentados comenzaron su corto vuelo sobre la una de la tarde. Cuando se encontraban a una altura que nadie ha sabido precisar, un repentino golpe de viento provocó que se cortará la cuerda que unía la embarcación y el parapente. Entonces, los dos británicos comenzaron a planear, aunque por poco tiempo: pronto acabarían con sus cuerpos sobre unas escarpadas rocas situadas en las cercanías del Hotel Milord.
Inmediatamente se presentaron en el lugar de los hechos ambulancias de dos empresas distintas y un efectivo de la Policía Local de Sant Josep. Los heridos fueron trasladados a la Policlínica del Rosario, donde se les practicaron varias pruebas para conocer el alcance de sus lesiones.
Uno de los heridos presentaba varias contusiones en el tobillo y
algunas magulladuras de escasa importancia en el cuerpo. El otro se
quejaba de un intenso dolor en la zona lumbar, según informaron
desde Ambulancias Insulares
La Guardia Civil se ha hecho cargo de las investigaciones de este
caso.