La actuación policial desarrollada hasta ahora en España y más particularmente en Balears para atender «las pequeñas situaciones de conflicto» que se registran a raíz de la inmigración es «suficiente». Así lo consideró el comisario general de Extranjería y Documentación de la Policía, Manuel Prieto.
El experto policial destacó que pese a que las zonas costeras y archipiélagos son focos receptivos de inmigración por su evolución económica no existen especiales problemas. Prieto hizo estas declaraciones al inicio del seminario «La gestión de la seguridad en las sociedades multiétnicas», que comenzó ayer en la capital balear, organizado por la Dirección General de la Policía y financiado por el programa «Odysseus» de la Comisión Europea. Este encuentro de policías pretende estudiar las distintas soluciones de seguridad que se están aportando para hacer frente a las situaciones de crisis que se producen fruto del proceso migratorio.
Uno de los datos comentados por el comisario es que el 20 por ciento de los reclusos de las cárceles españolas son extranjeros, uno de los índices más bajos de los países de la UE, al tiempo que advirtió que «no hay que confundir» a los inmigrantes que carecen de permiso de residencia con los delincuentes extranjeros. Los especialistas policiales debatirán a lo largo de estos días, entre otros problemas, la inserción social de los inmigrantes o la necesidad de gestionar convenientemente los flujos migratorios porque, si no se adoptan soluciones, «se pueden dar brotes de cierto rechazo de personas que, sin contar con un trabajo, se ven abocados a la comisión de delitos de supervivencia».
Manuel Correa, director del Instituto de Estudios de la Policía, afirmó que el fenómeno «muy complejo» de la inmigración no es nuevo y se agudiza cuando los cambios sociales son más profundos. La desintegración de las personas en la sociedad «termina demandando el auxilio policial», dijo este responsable policial que asiste al citado congreso.