Al menos 283 personas han muerto, casi 400 han sufrido heridas, más de mil continúan desaparecidas y unas 4.000 viviendas han quedado dañadas o destruidas en El Salvador, principal país dañado por el terremoto que ayer afectó a Centroamérica, según informó el Comité de Emergencia Nacional (COEN). El terremoto, que se sintió desde la costa sur de México hasta Costa Rica, también causó la muerte de seis personas en Guatemala y heridas a otras diez, mientras que en el resto de países de la región no se registraron víctimas ni daños materiales.
En Colina, a unos 20 kilómetros de la capital salvadoreña, se han registrado hasta ahora 130 muertos y las labores de rescate para encontrar supervivientes se mantienen de forma ininterrumpida. En Comasagua, en el departamento de La Libertad, se han registrado diez víctimas mortales. Una representante de la Fiscalía General de la República, Daysi de Rodríguez, indicó que en la Colina han sido identificados hasta el momento 89 cadáveres, mientras que no se ha podido establecer la identidad de 41 cuerpos, que serán sepultados sin identificar.
Bomberos de Guatemala viajaron ayer a El Salvador para sumarse a las tareas de salvamento, Panamá envió hoy un equipo de médicos y de socorro para sumarse a las labores de rescate y los gobiernos de Honduras y Nicaragua también han ofrecido su apoyo. La comunidad internacional también se ha volcado con El Salvador, donde en las próximas horas se espera que llegue ayuda procedente de México, España y Estados Unidos, entre otros países. Al cierre de esta edición la situación era de «alerta amarilla» en las principales zonas afectadas.