Las obras que se están llevando a cabo en Formentera en el antiguo edificio del Inem para albergar a los refuerzos de la Guardia Civil no van a estar terminadas hasta dentro de dos semanas, según todos los indicios. Esta circunstancia significa que la dotación que se preveía desplazar a Formentera a partir del primero de julio no tiene sitio en el que hospedarse.
Ello ha ocasionado en la isla preocupación ante la posibilidad de que, en época de gran afluencia turística, la Guardia Civil de Formentera no pueda atender a las necesidades de seguridad por falta de un lugar donde instalarse. Toda esta situación puede derivar finalmente en que parte de los refuerzos tengan que instalarse por el momento en Eivissa, a la espera de la conclusión de unas obras que se iniciaron con excesivo retraso pese a conocerse la urgencia de las mismas.
La situación es bien distinta en Sant Joan. En el Pleno del Ayuntamiento se informó ayer de que la plantilla del puesto de la Benemérita de Santa Joan completará a principios de julio su plantilla, llegándose a los nueve guardias, tal y como solicitó el Consistorio. Existe la posibilidad, incluso, de que se asigne un agente más al servicio.