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Muere un motorista en un choque en la carretera de Sant Josep

Las carreteras de Eivissa, en menos de una semana, se han cobrado la vida de tres jóvenes que usaban moto

El impacto se produjo en el cruce con la carretera que lleva a sa Caleta y Cala Jondal. Foto: MARGA FERRER

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Otro motorista, el tercero en menos de una semana, perdió ayer la vida en una carretera de Eivissa. La víctima, Julio Serradillo Martínez, un joven de Eivissa de 29 años de edad, murió como consecuencia de las heridas de extrema gravedad que padeció en un accidente que tuvo lugar en el kilómetro 6'900 de la carretera de Sant Josep, en el cruce de Cova Santa. El siniestro ocurrió a las 11.45 horas y en él se vieron implicados , además de la Honda CBR del fallecido, un Renault 18 conducido por un francés y el turismo Mitsubishi de una alemana.

Los dos jóvenes que fallecieron anteriormente en Eivissa en el plazo inferior a la semana por accidentes de moto sufrieron sus respectivos siniestros en la carretera de Sant Antoni y en la de es Canar. Miguel Angel Planells, quien realizaba el servicio militar en sa Coma, murió el pasado viernes, cinco días después de la colisión en la que se vio implicado con un Mercedes cuando iba a incorporarse a su puesto en el acuartelamiento del Ejército de Tierra.

En la madrugada del pasado sábado, de igual manera, se registró en la carretera de es Canar el accidente mortal de Elisabeth Moreno Navarro, también de 19 años. A ello hay que sumar que un cuarto joven, también herido en un siniestro con moto, murió a principios de mes después de meses de hospitalización tras el accidente que sufrió a principios de este año en la rotonda de Blancadona.

Los servicios médicos que acudieron tras el aviso por el siniestro de ayer intentaron desesperadamente durante más de media hora en la misma carretera de Sant Josep la reanimación y estabilización del paciente para su evacuación tras intervenir directamente sobre las lesiones mortales que sufría en el cuello, amén de posibles lesiones cerebrales y torácicas. Los mismos esfuerzos continuaron de forma denodada en la Policlínica de Nuestra Señora del Rosario, centro donde la atención continuó sin descanso hasta que no hubo más remedio que diagnosticar su fallecimiento.

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