Un grito y un fuerte impacto en la calle precedió al descubrimiento del último turista que ha sufrido un grave accidente por una presunta imprudencia que ha tenido lugar en un balcón de unos apartamentos. Esta vez, 24 horas después de otro caso de precipitado registrado en Sant Antoni, todo ocurrió de un segundo piso en es Caló des Moro y, como ha sucedido en muchas ocasiones, ocurrió a primera hora de la mañana después de una noche de diversión. El turista que se debate entre la vida y la muerte, un británico veinteañero, ni siquiera se alojaba en el edificio donde todo ocurrió. Tan sólo llevaba dos días en la isla.
El cuerpo del turista, ya inconsciente, fue descubierto por personal de estos apartamentos. Poco después, una ambulancia de Galeno lo evacuaba a Can Misses que, ante la gravedad de sus heridas craneales, le dio traslado inmediato a la Policlínica de Nuestra Señora del Rosario, centro donde quedó ingresado en coma en la UCI a la espera de una mejoría de su presión craneal que permitiera su intervención quirúrgica. Ayer tarde, evolucionaba bien. Las fuerzas policiales tuvieron que investigar para conocer su identidad. Éste, con residencia en otro hotel, acababa de llegar a los apartamentos de otro turista que, al parecer, había conocido durante la noche. Ni siquiera éste pudo dar datos para identificarle en los primeros instantes al desconocer datos exactos sobre él.