El verano están siendo especialmente trágico esta temporada de Eivissa. Ayer, un día después de que apareciera flotando el cadáver de un joven en es Caló des Moro y 48 horas de la muerte de otro joven en una fiesta ilegal en Sant Agnès al caerse por un acantilado, otra persona, ahogada, perdió la vida en la costa de Sant Antoni en un accidente en el mar. Esta vez la víctima fue un chico de 29 años de edad que falleció mientras practicaba actividades de buceo.
La víctima, un joven vecino de Sant Antoni identificado como José Ignacio F.R. y de profesión dentista, fue encontrado por un familiar directo después de que tras pasar un tiempo prudencial no se tuviera ninguna noticia de él al llegar las primeras horas de la tarde. Dicha persona le recogió en una zodiac y la llevó hasta el puerto de Sant Antoni con la esperanza de que fuera posible su reanimación. De hecho, los servicios del 061 se trasladaron hasta el puerto de Sant Antoni pero ya no se podía hacer nada por su vida. La actual responsable del juzgado de Instrucción número 5 de Eivissa ordenó el levantamiento del cadáver cerca de las tres de la tarde después de solicitar que se llevara el cuerpo, ya en el puerto, hasta la zona donde se ubica la Autoridad Portuaria.
Las primeras hipótesis, a falta de la autopsia, apuntan a que la víctima sufrió un fatal desvanecimiento mientras practicaba el submarinismo. Asimismo, la Benemérita ha confirmado que la persona hallada en aguas de es Caló des Moro a primeras horas de la mañana del sábado es un turista británico, como se creía en un principio, que posiblemente se ahogó al bañarse en estado de ebriedad. Como se ha informado, el fallecido fue hallado con su ropa interior puesta y en una playa próxima su ropa de vestir en el interior de una bolsa.