Las líneas de ferrys, especialmente las que unan la Península y Balears, están siendo sometidas a fuertes medidas de seguridad, policiales y privadas, para garantizar la imposibilidad que alguien puedan meter una bomba en alguno de los buques de pasajeros. Los indicios recogidos por Interior, y las medidas de prevención ya adoptadas, ante el temor de que ETA pueda llevar a cabo una acción de este tipo, algo no nuevo, coincidieron ayer con una nueva falsa amenaza de bomba en un barco que cubre la Península con Eivissa y Palma.
El puerto de Eivissa estuvo cerrado desde las 18.30 horas a las 20.15 después de que sobre las 18 horas se recibiera una llamada a un 902 de la compañía Baleària que alertaba de la existencia de un artefacto explosivo en un barco que zarpaba de Denia a las 16 horas. Los datos coincidía con la singladura del buque «Federico García Lorca» que llegó a las 18.30 horas a Eivissa, lugar donde tenía que hacer escala antes de poner rumbo a Mallorca.
Cuatro días después de que ocurriera un tanto de lo mismo en el puerto por un buque procedente de Barcelona, tras recibir los bomberos de esta ciudad un aviso, fue necesario montar otro operativo de registro para evitar cualquier riesgo pese a que ya se aplican desde hace días las citadas medidas. Los pasajeros de Eivissa con coche tuvieron que pasar un control y los de Mallorca fueron desalojados hasta que a las dos horas se pudo volver a embarcar.