La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer todo lo concerniente a un cadáver que aún no ha sido identificado y que fue hallado el pasado fin de semana en un bosque cerca de una casa de la zona de Sant Rafel, en las proximidades del hipódromo. El cuerpo, perteneciente a un varón y que se hallaba en avanzado estado de descomposición, no presentaba en principio signos de violencia externa, pero la autopsia puede aportar más datos que pueden dar lugar a nuevas pesquisas.
Las averiguaciones hechas hasta la fecha han servido para descartar que correspondiera al turista británico que desapareció en Cala Llonga en julio, persona que sufría problemas de epilepsia y de deficiencia psíquica y sobre la que no se ha podido saber nada desde entonces sobre su posible paradero pese a los distintos rastreos que se han realizado en la isla, especialmente en el término municipal de Santa Eulària. Se da la circunstancia de que semanas atrás apareció otro cadáver en un pozo de la zona de Cala Bassa. La identidad de dicha persona está aún pendiente de aclarar.