La Guardia Civil se centró este verano principalmente en controlar los puntos «calientes» de tráfico de drogas a pequeña escala. La denominada «Operación Menudeo» arrojó en Eivissa un número cercano a un centenar de detenidos, aproximadamente una tercera parte del cómputo registrado en toda Balears. Los datos no oficiales recogidos por este periódico confirman que, en líneas generales, no ha habido día en que no se detuviera a una persona en la isla por asuntos de drogas, especialmente en demarcaciones bajo «vigilancia» de la Guardia Civil y en servicios en los que ha contribuido de manera destacada la Policía Local de Sant Antoni.
Los operativos instalados por la Benemérita, apoyados por policías locales, se centraron de nuevo en los puntos de venta que cada años se establecen en determinadas zonas de Sant Antoni y su bahía, así como en Platja d'en Bossa. Dichos dispositivos han contado este año no sólo con agentes destinados en Eivissa, pertenecientes a distintas unidades y puestos, sino que también ha habido «relevos» para mejorar la eficacia. Así, por ejemplo, equipos de agentes de Policía Judicial procedentes de Mallorca estuvieron sometiendo a controles lugares que se asignaron y turnándose con el resto de efectivos para la consecución de estos objetivos.
Por los resultados de estos controles, con más 7.000 éxtasis intervenidos en todas Balears, también se ha evidenciado que en este verano vendedores ambulantes africanos han entrado en clara competencia con las «redes» británicas que suministran droga a los turistas al irrumpir con mayor presencia en este mercado, hechos que han motivado un aumento de la conflictividad en Sant Antoni.