Casi tres mil automóviles de lujo -de las marcas BMW, Volvo y Saab de las gamas más altas- se encontraban en las bodegas del barco noruego que se hundió la madrugada del sábado en aguas poco profundas del Canal de La Mancha. El siniestro ocurrió cuando el «Tricolor», un carguero de 190 metros y 50.000 toneladas que transportaba 2.862 vehículos nuevos desde Bélgica a Inglaterra, colisionó con otro barco de mercancías, el «Kariba», con matrícula de Bahamas, debido a la espesa niebla. El accidente, que no causó víctimas, ocurrió a unas treinta millas marinas al este de Ramsgate (sur de Inglaterra).
Los 24 tripulantes del «Tricolor» -su capitán noruego, un marinero sueco y otros 22 filipinos- fueron rescatados y trasladados en helicópteros hasta Dunquerque, en la costa francesa. Aunque seriamente dañado, el «Kariba», de 175 metros y 20.000 toneladas, pudo llegar al puerto de Amberes, en Bélgica, para ser debidamente inspeccionado. El barco hundido se encuentra en el fondo del mar pero a poca profundidad, con lo que cabe la posibilidad de que su carga sea rescatada. De momento, la Guardia Costera francesa ha colocado una barrera a su alrededor para controlar posibles fugas de combustible que contaminen la zona.