Los testigos que vieron como un holandés era salvajemente agredido por tres personas de raza árabe en la puerta de «Pachá» el pasado mes de abril reconocieron ayer sin género de dudas a los dos magrebíes comparecieron ante la Audiencia Provincial acusados de cargos de robo y lesiones que les pueden suponer una condena de diez años de cárcel. La propia víctima también los identificó.
Uno de los testigos, incluso, afirmó que uno de los imputados «sacó un vaso de cristal y se lo metió a la víctima en la boca. De allí sólo salió el fondo. Luego fue de un lado para otro y al ver que se movía en el suelo le 'chutó' (por patearle) varias veces». Por contra los dos magrebíes, que según la policía formaban parte de un grupo especializado en hurtos que actuaba dentro de la discoteca, niegan su participación. Uno dijo estar convaleciendo en su casa de una operación del riñón y el otro encontrarse con la pelea. Los hechos se iniciaron en el interior de la discoteca. El holandés fue golpeado con una botella en la cabeza cuando se dio cuenta de que le robaban. Tras ello hubo una persecución que concluyó fuera de la discoteca, lugar donde se produjeron los ataques más salvajes ante «la pasividad de los porteros», según la víctima, que manaba sangre, y un amigo de ésto que también fue golpeado en la refriega. Según las defensas, los dos detenidos fueron confundidos entre la multitud y luego en las fotos policiales.