B. MUNAR - J. M. ALONSO
El Cuerpo de Policía Nacional sospecha que la banda del Rolex ha
abandonado Eivissa, aunque tiene intención de volver. Los
investigadores piensan que el grupo se ha trasladado a otra zona
turística para continuar con sus actividades. Los agentes pisaban
peligrosamente los talones de la banda, así que sus miembros han
tomado la decisión de poner tierra de por medio y no facilitar las
cosas a la ley. No es fácil atrapar a este grupo o, mejor dicho,
resulta muy complicado demostrar que los sospechosos -porque la
policía ya tiene sospechosos- son realmente los culpables. Parece
ser que la única manera de detenerlos y ponerles ante un juez es
sorprenderles in fraganti, ya que siempre trabajan con casco, lo
que imposibilita que las víctimas puedan identificarlos en caso de
detención. Se calcula que la banda del Rolex ha cometido este
verano en la isla más de una veintena de robos.
Siempre actúan apoyados por un vehículo, normalmente una motocicleta, y con el rostro cubierto. Abandonan el lugar del robo rápidamente y en algunos casos han desplegado una gran violencia. La mayor parte de los robos, siempre relojes de esta marca de lujo, se han cometido en Eivissa y, en concreto, en la Marina. Recientemente, en este barrio emplearon un bate de béisbol para anular la resistencia de una de sus víctimas. La banda del Rolex también ha actuado en Santa Eulària y Sant Antoni. Según fuentes policiales, este mismo grupo delictivo está trabajando con mayor actividad que en Eivissa en varias poblaciones turísticas del Levante español, donde la policía se encuentra con las mismas dificultades para detenerlos y encarcelarlos: sin identificación y sin prueba del delito, los relojes, no hay forma de que un juez pueda dictar sentencia condenatoria. No es la primera vez que una banda de este tipo actúa en Eivissa con el mismo modus operandi.