J. M. ALONSO
La furia de los hooligans no tiene límite. En palabras de su
presidente, Tony Blair, a raíz de lo ocurrido en Portugal, son «la
vergüenza del Reino Unido». El pasado domingo, el gol que marcó
Francia en tiempo de descuento y que supuso la derrota de
Inglaterra desató la ira de estos aficionados, que campan a sus
anchas por el West End de Sant Antoni como si tratara de una
colonia del Imperio.
A las cuatro de la mañana muchos hooligans llevan ya mucho tiempo bebiendo cerveza. A esa hora se originó una pelea en el centro de Sant Antoni entre un grupo de ingleses y otro de senegaleses al parecer motivada por la victoria de los franceses. En la pelea, en la que salieron navajas a relucir, acabó herido un inglés, que recibió un golpe en la cabeza que le abrió una brecha. Una llamada de un vecino de la zona avisó a las autoridades de que se estaba produciendo una gran pelea entre estos dos grupos y al lugar se trasladaron tres patrullas, dos de la Guardia Civil y una de la Policía Local de Sant Antoni. Al parecer, la pelea se produjo en la esquina que forman las calles Sant Antoni y Del Mar. Poco después, informa la Policía Local de Sant Antoni, localizaron a varios de los senegaleses que participaron en la tangana en las inmediaciones de la calle Colón en su confluencia con la calle del Mar. Se trata de la primera pelea entre bandas que se registra este verano. El año pasado se produjeron varios enfrentamientos entre ingleses y senegaleses, pero en lugar de por motivos futbolísticos por el control del tráfico de drogas en el West End, según denunció la policía en varias ocasiones. La selección inglesa de fútbol juega de nuevo mañana, lunes, esta vez contra Croacia, un partido que puede ser de alto en Portugal y Sant Antoni.