Cuatro de los cinco jóvenes que ha sido detenidos por el momento por el atraco sufrido el pasado verano por el Hipercentro de la carretera de Sant Antoni, un robo que reportó a los ladrones, que actuaron enmascarados, un botín de 90.000 euros, tendrá que sentarse en el banquillo para enfrentarse a las máximas penas que establece el Código Penal por un delito de robo sin que medien personas heridas. Los cuatro imputados, tres hombres y una mujer que trabajó como cajera para esta superficie comercial, se juzgarán cinco años de cárcel cuando tengan que comparecer en la vista oral.
Otro tanto puede ocurrir con un número indeterminado de personas que están siendo objeto de investigación por la Guardia Civil al tenerse claros indicios de su participación en el asalto que sufrió el supermercado. Las investigaciones a este respecto se encuentran muy avanzadas, según la información recogida por este periódico. Entre ellos pueden figurar las personas que verdaderamente se apoderaron de la recaudación del 'híper' después de que uno de ellos amenazara a los empleados esgrimiendo un mazo. En su día se apunto que hasta cinco desconocidos podrían haber actuado directamente en el atraco.
El fiscal, a la espera de que se concreten las nuevas pistas, sin embargo, ha presentado ya un escrito de acusación en el que requiere condenas de cinco años de prisión para cada uno de los detenidos, indistintamente del papel que pudieron jugar en los preparativos y consecución del 'golpe'.
Al respecto, la calificación de robo con violencia con uso de armas que ha efectuado el ministerio público ha tenido en cuenta que los ladrones ocultaron su rostro y que aprovecharon que el estaba cerrando sus puertas contando, además, con información privilegiada para perpetrar el asalto. Todas estas circunstancias figuran como agravantes del delito, según se recoge en la causa.