J.J.M./AGENCIAS
Dentro del coche irán dos guardias civiles, uniformados pero sin
gorra, a la caza de las «infracciones graves en movimiento», como
son la conducción temeraria o con velocidad inadecuada, los
adelantamientos indebidos, invasión de la izquierda de la calzada y
giros incorrectos, la falta de respeto de la distancia de
seguridad, el uso del móvil al volante o la ausencia de medidas de
seguridad como cinturón, casco y sistema de retención infantil.
La Dirección General de Tráfico anunció anteayer que tres de estos coches -de un total de 132- irán a formar parte de las dotaciones de Balears durante esta Semana Santa, aunque posiblemente se cuente con un cuarto vehículo. Según ha podido confirmar este periódico de fuentes de la Comandancia de Balears, uno de estros coches está previsto que llegue en las próximas horas a Eivissa para desempeñar la misma tarea que otros cinco coches van a realizar, contando con los 'refuerzos', en la vecina isla de Mallorca. Tráfico tiene previsto rotar estos vehículos cada tres meses para evitar que sean rápidamente identificados. Detectadas las infracciones, los guardias se harán notar colocándose detrás y conminando al conductor a parar fuera de la calzada sin bajarse del coche, salvo que consideren otra alternativa. Los agentes harán todo un despliegue de luces y señales antes ocultas, harán sonar la sirena y hablarán por megafonía al infractor hasta lograr detenerlo. Los conductores pasará entonces una etilometría.