Tres jóvenes acusados de vender pequeñas cantidades de droga en el año 2004 alcanzaron ayer sendos pactos con el fiscal con el fin de rebajar la pena que se solicita para ellos y evitar la cárcel. Los tres fueron condenados a penas de tres años de privación de libertad que no tendrán que cumplir, ya que carecen de antecedentes penales.
El primero de estos tres casos que vio ayer la Audiencia Provincial es el de un joven uruguayo que fue arrestado en septiembre de 2004 por agentes de la Guardia Civil en el interior de la discoteca DC-10. S.B. reconoció los hechos por los que ha sido condenado, es decir, que cambió tres pastillas de éxtasis (MDMA) por un billete de 20 euros y otro de 10. También tendrá que pagar una multa de 29'64 euros, que es el supuesto valor de la droga en el mercado negro. En un principio, el fiscal solicitó para él la pena de cinco años de prisión. Los magistrados de la Audiencia Provincial tuvieron en cuenta a la hora de dictar los tres años de prisión el atenuante de drogadicción.
En el segundo de los casos el fiscal también solicitó una pena de cinco años de cárcel para otro joven, éste de nacionalidad senegalesa. El acusado reconoció por tanto que cuando fue arrestado en julio de 2004 en Cala de Bou, en el municipio de Sant Josep, tenía en su poder 16 pastillas de MDMA, poco más de cuatro gramos de cocaína y 48 gramos de cannabis. El acusado aceptó el pacto para lograr la rebaja de la pena de cinco a tres años de cárcel y el Tribunal de la Audiencia Provincial consideró en este caso como atenuante la colaboración con la Justicia del condenado, es decir, el hecho de que reconociera los hechos. De igual forma, en el tercer caso el fiscal también pedía una pena de cinco años de cárcel. Se trata de una mujer española de 47 años, M.M.G., cuya defensa también buscó el pacto con el fiscal para rebajar la pena y evitar la prisión. Según el relato de la acusación -que fue aceptado como cierto por la acusada-, ésta fue detenida en octubre de 2004 en la calle Retiro y tenía en su poder 88 bolsas pequeñas con cocaína y heroína en su interior. En total, el peso de la droga alcanzaba casi los 5 gramos. A través del acuerdo con el fiscal, M.G.M. consiguió rebajar en dos años la petición de cárcel del fiscal. En este caso, la Audiencia Provincial tuvo en cuenta como atenuante la adicción a las drogas de la acusada en el momento en que fue detenida. Otro juicio por drogas fue suspendido por incomparecencia del acusado, un cubano para el que se piden cinco años y que ha sido declarado en búsqueda y captura.