Kevin John Patrick M., el británico que conducía el BMW que recibió nueve impactos de bala en el tiroteo que tuvo lugar el pasado verano en la Avenida Doctor Fleming de Sant Antoni, podrá salir en libertad si cubre una fianza de 30.000 euros. Esta es la cantidad que ha fijado el juez Santiago Pinsach, titular del juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, para cubrir las posibles responsabilidades del sospechoso mientras continúa la investigación por un caso que se ha saldado ya con una quincena de detenidos y en el que, sobre los sospechosos, pesan cargos de tenencia ilícita de armas, tentativa de homicidio y tráfico de drogas, entre otros. Todo ello, después de que la Guardia Civil ampliara su investigación para intentar desmantelar los dos supuestos grupos que se enfrentaron. La medida se ha adoptado después de que no pese, de momento, ninguna acusación concreta contra dicha persona porque nadie le vio esgrimir ningún arma y sobre él sólo se sabe con certeza que conducía el BMW donde supuestamente otra persona cruzó disparos con los ocupantes de un Seat León en lo que se cree pudo ser un ajuste entre bandas rivales que se disputaban el control de las drogas en Sant Antoni. Éste, en todas sus declaraciones, siempre ha negado su relación con una supuesta banda de 'narcos' y ha afirmado que conocía ocasionalmente al otro británico que se halla preso por esta causa.
Se trata de Shawn F.W., un joven de Liverpool de 24 años, que iba de pasajero en la parte trasera del BMW que conducía Kevin John Patrick M.con otros tres ocupantes y que recibió dos disparos en la espalda. Éste por su parte niega que tuviera un arma, aunque la Guardia Civil lo considera el posible responsable de una las bandas en conflicto. A su vez, durante la instrucción del caso, aseguró que se equivocan de persona y que, en todo caso, fue otro de los ocupantes del vehículos -otro conocido ocasional- el que efectuó los disparos. Shawn F.W. continúa preso sin derecho a fianza. La Guardia Civil detuvo días después a otras personas a las que se relacionó con las actividades de los grupos. Se identificó a los ocupantes del otro coche, desde donde se hicieron, al parecer, más de once disparos, pero no se apresó a ninguno. También fue alcanzado un turista que caminaba por la calle. En prisión también acabaron dos magrebís que fueron sorprendidos con diez kilos de hachís cuando, semanas después, desembarcaban en Sant Antoni de un barco de pasaje.