Bartomeu M.R., el propietario de la jauría de podencos de es Cubells que la Policía Local de Sant Josep y la Guardia Civil, con la ayuda de distintas protectoras de animales, intentan retirar del monte desde el viernes, fue encontrado a las diez de la noche caminando por un sendero de sa Caixota, a un kilómetro del lugar donde se centraban las tareas de búsqueda. Sendic No estaba solo. Le acompañaban una treintena de cans eivissencs que, como él, habían pasado el día vagando sin rumbo conocido y, al parecer, sin comer. Los perros, asustados, escaparon al ver a personas desconocidas. Pese a ellos, ayer ya había atrapados la mitad de los cien ejemplares que se cree componían la manada. Durante toda la jornada de ayer los esfuerzos se centraron en convencer a Sendic de que accediera a cumplir los distintos mandamientos que ordenaban la retirada de la manada de su finca de es Cubells. Los agentes que participaban en el operativo explicaron a dicha persona que podía incurrir en un delito y ser detenido si no se avenía a colaborar. El concejal en funciones del área de Sanidad en Sant Josep, Enrique Garcerán, también se desplazó a es Cubells para hablar con Bartomeu M.R.
Amparo judicial
Sendic, de hecho, se adelantó un día antes a la «redada» del viernes cuando la misma mañana de la actuación policial supuestamente cargó a los cachorros en un remolque y se los llevó por el monte, siguiendo al vehículo toda la manada, antes de que llegara la policía. El juez amparó la actuación con un auto que permitía notificar la decisión judicial y, al mismo tiempo, entrar en la propiedad de la mujer de Sendic para poder cumplir con los distintos requerimientos que se habían hecho desde el Consell y el Ayuntamiento. Todo ello, tras las denuncias presentadas por supuesto maltrato y en las que se informaba de las deplorables condiciones en las que se hallaban los animales, así como por la apertura de expedientes. Un retén quedó de guardia para evitar que el dueño de la jauría pudiera volver a las andadas y regresara al monte para intentar reagrupar a los perros y perderse otra vez con ellos.