Un juez de Barcelona ha condenado a la compañía aérea Iberia a indemnizar con 711 euros a una mujer de Eivissa por los daños morales provocados por la pérdida de su gatito de tres años de edad en el aeropuerto de la isla.
Según informó ayer el rotativo catalán La Vanguardia, la mujer, Cristina Guasch, viajaba desde Barcelona a Eivissa el 29 de agosto de 2006 y se llevó en sendas jaulas a sus dos mascotas, la gata «Maia» y el hijo de ésta, «Pancho».
Una vez llegó al aeropuerto de Eivissa se percató de que la jaula de «Pancho» estaba vacía y no lo encontró, pese a que estuvo buscándolo varias horas, por lo que días después colgó varios carteles con la foto del gato.
Cristina recibió en septiembre la llamada de una trabajadora del aeropuerto de Eivissa diciéndole que había visto el gatito, por lo que la mujer voló de nuevo a la isla a buscarlo y, aunque lo localizó en una zona restringida, no lo pudo llegar a coger, ya que éste se escapó.
Finalmente, la mujer decidió llevar a finales del año 2006 el caso a un juzgado mercantil de Barcelona que ahora ha condenado a la compañía aérea a indemnizarle con 711'28 euros por los daños morales y a devolverle el importe del billete del segundo viaje, la indemnización de la pérdida y el billete del gato.
Se da el caso de que Iberia admitía únicamente un coste de 6'4 euros de indemnización por la pérdida del gato y no creía que se tuvieran que compensar daños morales porque «la otra gata puede seguir teniendo gatitos y suplir el dolor que la pérdida le ha ocasionado».
Este interesante caso ha sentado jurisprudencia en el derecho español.