La responsable del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, la magistrada Martina Rodríguez, ha condenado a dos años de prisión y a pagar 35.000 euros a una ex empleada de una distribuidora de café de la isla que tuvo que sentarse en el banquillo junto con otra persona por supuestamente apropiarse de dicha cantidad.
En la misma sentencia se absuelve al otro acusado valorándose que presumiblemente participó de dicho fraude pero que, sin embargo, no llegó a incurrir en dicho delito porque era su compañera la que era realmente responsable de las cuentas.
Los dos acusados comparecieron por este asunto ante la juez el pasado mes de octubre. El fical pidió para ambos una condena de dos años de cárcel mientras que la empresa afectada, a través de su representante legal, requirió la imposición de una pena de tres años.
Según la información recogida por este periódico y publicada en su día, la gerencia de la distribuidora afectada descubrió el desfalco cuando la sospechosa decidió dar por finiquitado su contrato laboral después de cinco años de servicio en esta misma empresa, lugar donde, al parecer, era la responsable de hacerse cargo de los pagos de los clientes. Una vez que hubo que rendir cuentas para comprobar que todo estuviera en orden, la dirección de la sociedad se percataron de que existía un agujero que superaba los 35.000 euros.
Dicha cantidad precisamente coincidía con distintas cantidades que se debían haber abonado y que supuestamente dejó de ingresar la empleada que se iba, según la investigación interna que realizó la distribuidora antes de formalizar su denuncia en el juzgado.
Los dos sospechosos se declararon inocentes en la vista oral pero, pese a sus argumentos, tanto la acusación particular como el ministerio público decidieron mantener los cargos contra ambos al entender que habían cometido un delito de apropiación indebida.