El incendio forestal que desde el domingo afecta a la región chilena de Valparaíso ha arrasado 2.600 hectáreas y las llamas, que llegaron a amenazar los sectores de Curauma y Placilla, se dirigen a la localidad de Laguna Verde. Así informó ayer el Comité de Emergencia creado por las autoridades regionales para afrontar la emergencia, que encabeza el intendente regional, Iván de la Maza. Los más de mil voluntarios de Bomberos, la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Carabineros, el Ejército y la Armada que trabajan en la extinción del incendio tratan ahora de detener su propagación hacia esa zona poblada, para lo que han empleado helicópteros con el fin de desplazarse hasta esa zona, de difícil acceso.
El fuego, que el lunes estaba a mil metros de zonas pobladas y obligó a la evacuación preventiva de ancianos y niños, se encontraba hoy a siete kilómetros de Curauma, pero se acerca a Laguna Verde, donde podría amenazar a algunas viviendas en caso de que se desataran corrientes de viento desfavorables. El fuego, que hasta anteayer había afectado unas 1.500 hectáreas de pinos y eucaliptos, ha arrasado 2.600 hectáreas de pastizales, matorrales y arbolado durante las cerca de 40 horas que lleva activo, según el último informe.
La Policía investiga las causas del incendio, que según indicó ayer el intendente De la Maza podría ser intencionado, ya que se inició al mismo tiempo en dos focos distintos.
Según la prensa local, el gobernador provincial, Ricardo Bravo, anunció que interpondrá una querella contra quienes resulten responsables del incendio, que según las autoridades demandará al menos otros dos días de trabajo antes de ser controlado por completo.