J.M.ALONSO
Al salir de clase el pasado 30 de enero, David y Madelina jugaban, como habían hecho otras veces, frente al colegio Blancadona en la zona de acceso al Matadero Insular. Jugaron con una de las dos grandes hojas metálicas que forman la puerta de acceso al Matadero Insular, ubicado muy cerca del colegio, y se les cayó encima.
La puerta está formada por dos hojas que se deslizan sobre un carril, pero a una de las horas, con la que jugaban los niños, le faltaba el tope que impedía que se saliera de su raíl, lo que hizo posible que la gran pieza de hierro cayera sobre los pequeños. Algunas versiones aseguraron en su momento que los niños se subieron a la puerta y que el juego consistía en deslizar la puerta sobre el carril con ellos encima, mientras que otros relatos señalaron que los niños no se subieron a la puerta, sino que simplemente jugaban a deslizarla, sin montarse en ella.
La puerta, muy pesada, les cayó encima y los dejó atrapados bajo se peso hasta que los pudieron rescatar y llevar al hospital. David sufrió heridas graves en ambas piernas y Madelina en leves en una. El niño, además, ha tenido que ser operado recientemente y no ha podido acudir a clase desde entonces. La madre de David tampoco ha podido ir a trabajar desde entonces. Ella explicó ayer que finalmente se han decidido a presentar una denuncia por el supuesto mal estado en el que se encontraba la puerta del Matadero Insular, que está mancomunado por todos los ayuntamientos ibicencos y cuya gestión corresponde este año al Ayuntamiento de Sant Joan.