El juez Pablo Mendoza, magistrado de Eivissa que investiga los supuestos abusos sexuales cometidos al menos a una quincena de jóvenes residentes en la isla cuando tenían edades comprendidas entre los 11 y los 22 años de edad y que estaban presuntamente bajo la influencia del mentalista deportivo conocido como el «Brujo», ya ha fijado una fecha para que declare ante él el futbolista internacional Santiago Cañizares. El internacional y ex guardamonte del Valencia, que recientemente celebró su boda en la isla, deberá viajar a Eivissa para comparecer como imputado en este caso el próximo 29 de septiembre.
Cañizares tendrá que hacer frente este mismo día a un careo con la joven que aseguró haber mantenido con el futbolista dos relaciones sexuales en grupo cuando era ella menor de edad, encuentros que, según estas mismas declaraciones, dijo haber mantenido con la participación de otras adolescentes, todas pupilas de Tomás A.R., el mentalista deportivo de 53 años que supuestamente conminó a las jóvenes a estar con el guardameta. Durante la causa nunca se ha hablado ni sospechado de que Cañizares forzara a alguna de las afectadas.
El portero, que a través de sus abogados se ha limitado hasta la fecha a manifestar en un comunicado que es «víctima de acusaciones falsas», tuvo que comparecer en su día en un juzgado de la Península después de que su nombre hubiera sido citado por las denunciante. Pero entonces se hablaba de jóvenes que eran mayores de edad cuando yacieron con el futbolista y sin que hubiera indicios para pensar que tenía una posición de predominio sobre ellas por las maniobras que se le atribuyen al «Brujo». De hecho, el propio juez Mendoza llegó a considerar la posibilidad de que Cañizares fuera también una víctima del mentalista, un hombre abducido por las facultades que decía tener Tomás A.R., «poderes» para hacer el bien y también el mal.
El juez recogerá primero la declaración del futbolista y le interrogará sobre cuestiones puntuales que han motivado que Cañizares haya adquirido la condición de imputado en este caso. Para ello estará asistido por sus abogados y su procurador. Tras recogerse sus manifestaciones, está previsto que tenga lugar el careo con la afectada que aseguró haber estado en grupo con él cuando era menor. Este acto, así como los informes psicológicos que se están recogiendo al respecto, se consideran cruciales para aclarar el grado de responsabilidad en la trama del «Brujo».