Los magistrados de la Sección número 1 de la Audiencia Provincial han condenado a la pena de un año de prisión al marroquí Mohamed El Harrachi por un delito de atentado a agentes de la autoridad y al agente del Cuerpo Nacional de Policía Fernando Florencio García Crespo a la pena de seis meses de prisión e inhabilitación para empleo público por un periodo de dos años por un delito contra la integridad moral.
El policía también ha sido condenado a pagar una multa de 270 euros por una falta de lesiones y a abonar al marroquí la suma de euros por las lesiones causadas.
Los magistrados consideran como hechos probados que sobre las 12,40 horas del 9 de febrero de 2007 Mohamed El Harrachi acudió a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía junto con su mujer para denunciar la desaparición de la hija de ambos. Un funcionario les explicó que como su hija era mayor de edad no podían denunciar su desaparición, ya que ésta se había marchado de casa de forma voluntaria.
«Prque era moro»
Entonces, el marroquí, señalan los magistrados, elevó el tono de voz e insistió en denunciar, a la vez que acusó a los policías de «racistas» y que no querían tomar nota de la denuncia «porque era moro». Un policía exigió al marroquí que se marchara, pero éste se negó y se abrió paso hacia la oficina de denuncias con un empujón al funcionario. Entonces acudió Fernando Florencio García Crespo, quien junto con otros compañeros redujeron a El Harrachi.
Según la sentencia, el policía condenado causó una luxación en la muñeca derecha al marroquí, a quien encerraron en la calabozo. Una vez allí, dicen los magistrados, este policía junto con «otras personas no determinadas» golpeó repetidamente a Mohamed El Harrachi».
A consecuencia de estos golpes el marroquí sufrió contusiones en el esternón y en un costado y múltiples erosiones en la espalda. Tardó siete días en recuperarse.
En el juicio, el marroquí advirtió a los magistrados de la Audiencia de que si no le atendían en su denuncia se plantaría en huelga de hambre en los juzgados de Madrid.