J.M.A.
E.P.A. se enfrenta a una petición de pena de seis meses de prisión por parte del Ministerio Público y diez por parte de la acusación particular por una denuncia por presunta violencia de género presentada por su mujer, C.E., que dice que la sacó a empujones de la casa en la que él convive con dos de los cuatros hijos de la pareja. También afirma que intentó darle un puñetazo que su hijo impidió que llegara a su cara y también que la insultó y la llamó «puta».
Tres de los hijos de la pareja, que presenciaron la escena, dijeron que tan sólo fue un forcejeo entre ambos, que el padre la echó de la casa agarrándola del brazo y que los insultos, tales como «sinvergüenza», fueron mutuos. Todos negaron la versión de la madre y defendieron al padre. Dijeron que la madre siempre está gritando y que ya están hartos de la situación. En cuanto al padre, dijeron que es un hombre tranquilo que no tiene problemas con el alcohol, algo que la abogada de la madre insistió en preguntar tanto al acusado como a los hijos. Faltó por escuchar a la sobrina, que supuestamente habría corroborado la versión de la denunciante, que es concejal del Ayuntamiento de Sant Joan por el PP, pero no acudió. En su lugar lo hizo su madre, hermana de la presunta víctima de violencia machista, que dijo que su hija le había contado una versión coincidente con la de la denunciante.
A raíz de la denuncia de la mujer, el hombre también presentó la suya, ésta por vejaciones, ya que dice que la mujer le insultó en el mismo grado que él a ella, y por una falta de lesiones, pues supuestamente resultó arañado en un brazo durante el forcejeo. La defensa del hombre, Ascensión Joaniquet, consideró finalmente que sería comprensible que la juez absolviera a la mujer de acusaciones tan nimias, ya que se trata de asuntos que es mejor resolver en privado, con el fin de herir lo menos posible a los hijos.
A gritos
Tras escuchar los testimonios de los hijos y constatar que la casa donde ocurrieron los hechos es del denunciado, el Ministerio Público rebajó su petición de diez a seis meses. Por su parte, la acusación particular de la mujer, representada por la abogada Marian Tur, también concejal del PP como su defendida, mantuvo su petición de diez meses de prisión y pidió una orden de alejamiento que en el caso de que se conceda supondría que el denunciado tendría que abandonar la casa en la que vive con dos de sus hijos. La mujer vive sola en un piso contiguo.
Los hechos se produjeron a raíz de un bote de laca. La mujer buscaba la laca, pero la tenía su hijo. Fue a la casa del marido y, según la versión del acusado y del hijo, la pidió a gritos porque el bote no estaba en su lugar. El hijo, reconoció él mismo, tiró el bote al suelo, malhumorado por los gritos de su madre. En ese momento llegó el denunciado, que echó a la mujer de la casa. Al día siguiente, la Guardia Civil fue a detenerlo.