Una confusión al no hablar y entenderse en un mismo idioma. Esto es lo que parece que ocurrió en el altercado que protagonizaron siete turistas británicas de origen angoleño que fueron detenidas la semana pasada como sospechosas de agredir y robar al conductor del autobús al que se subían. Las mujeres, que celebraban el cumpleaños de una de ellas, entendieron que no sólo no se les dejaba subir en bikini al autocar sino que tampoco se les devolvía el dinero de su billete.
Al parecer, esta fue la cuestión de fondo que motivó el repentino ataque del grupo al conductor afectado por este suceso, quien únicamente pedía a las chicas que se vistieran para entrar en el vehículo, y su resolución por hacerse por la bolsa con 130 euros de la recaudación que tenía la víctima.
Las turistas, con edades comprendidas entre los 23 y los 25 años, quedaron anteayer en libertad tras declarar en el juzgado de guardia. Todas ellas, sin embargo, han sido citadas para un juicio de falta que hay previsto para mañana y en el que responden de faltas de lesiones y daños, infracciones por las que el fiscal pide como condenas sendas multas. El juicio podrá celebrarse aunque las acusadas no comparezcan. Ésta también responden de las responsabilidades civiles que se deriven de los daños ocasionados al autocar, al que rompieron al menor un espejo retrovisor, así como de las lesiones sufridas por el afectado.