Varios expertos en la lucha contra el narcotráfico mostraron ayer sus temores acerca de que este año, como ya ocurrió el pasado, algunos de los detenidos en la isla con sustancias estupefacientes tengan que ser puestos en libertad una vez que éstas se analicen en los laboratorios y se descubra, en su caso, que se trata de sustancias no sujetas a fiscalización, es decir, drogas aún no declaradas ilegales en España aunque sí en la gran mayoría de los países del entorno.
Es el caso de la mefedrona, popularmente conocida como miau-miau, que según varias fuentes está siendo muy consumida este verano en la isla por su precio, al parecer similar al del éxtasis e inferior al de la cocaína, y porque no se detecta en los drogo test que en ocasiones se realizan a los conductores a la salida de las fiestas.
Ilegal en Reino Unido
A mediados del pasado mes de mayo, una vez que las autoridades del Reino Unido pusieron en marcha los mecanismos para declararla ilegal debido a que se detectaron varias muertes de jóvenes que la habían consumido, algunos medios de comunicación británicos, como el Daily Star. , advirtieron de que 2010 sería el año de la mefedrona en Eivissa con titulares como «Los vendedores de mefedrona se concentrarán este verano en los turistas ingleses de Eivissa» y declaraciones de vendedores como «Probablemente pronto será prohibida también en España, pero ¿por qué no continuar mientras brille el sol?, ¡nos vemos en Eivissa!».
Sin embargo, y pese a estas claras advertencias, no hay noticias de que la mefedrona haya sido declarada ilegal en España. Sí lo ha sido, además de Reino Unido, en Dinamarca, Suecia, Alemania, Noruega, Croacia, Estonia, Rumania, y en mayo pasado Francia estaba estudiendo la posibilidad.
La mefedrona se vende por internet como un fertilizante a previos variables y entre sus efectos se encuentra el incremento de los niveles de alerta, euforia, excitación, locuacidad y habla rápida.
En septiembre del año pasado los juzgados de Eivissa ordenaron la puesta en libertad de D.G., un británico de 20 años de edad que llevaba en prisión desde principios de junio, cuando fue detenido con 5.248 pastillas que en un principio se pensó que eran de éxtasis, es decir, metilendioximetanfetamina (MDMA).
Después se comprobó que en realidad se trataba de benzylpiperazine (BZP) que cuando el joven fue arrestado era una sustancia no sujeta fiscalización, es decir, no ilegal. Fue declarada fuera de la ley hasta el 18 de julio de 2009, unas semanas después de su detención.
Una forma de controlar el consumo de estas drogas que van por delante de la ley sería que el hospital de Can Misses, que en verano atiende todos los días muchos de casos de intoxicación, contase con medios para detectar el tipo de sustancias consumidas.