Un nuevo incendio forestal en el municipio de Sant Joan puso ayer tarde en alerta máxima a las dotaciones de bomberos. Algo más de un mes después de que el fuego arrasara cerca de 450 hectáreas en Benirràs, los helicópteros y las brigadas del Instituto balear de la Naturaleza (Ibanat) y del Parque Insular tuvieron que desplazarse al norte de la Isla para combatir las llamas. En total , unas 60 personas participaron en las labores de extinción.
Al cierre de esta edición, el fuego parecía controlado y se esperaba que la superficie quemara no superara las siete hectáreas. Varias fincas y un agroturismo tuvieron que ser desalojados. Se da la coincidencia de que durante la madrugada ardieron 300 metros cuadrados de bosque en el camino de bajada a Benirràs, en una zona alejada al sitio donde tuvo lugar la catástrofe de agosto.
Gasolinera
Las primeras llamas fueron detectadas poco antes de las dos y media de la tarde en un paraje cubierto de hojarasca junto a la carretera, frente a la gasolinera y a un depósito de agua que hay ubicados en el kilómetro 20, a poca distancia de la localidad de Sant Joan. La calzada impidió que el fuego avanzara hacia la estación de servicio. La dirección del viento también facilitó que éstas no se propagaran.
En pocos minutos, y tras activar el dispositivo la Direcció General d'Emergències, un avión sobrevoló la zona e instantes después unidades de bomberos y voluntarios de Protección Civil reforzaban las tareas iniciadas por la Guardia Civil y la Policía Local.
Al menos otros cuatro aparatos, tres helicópteros y un avión, se desplazaron en las horas siguientes a Sant Joan para realizar continuas descargas sobre el monte. El Ibanat decretó paralelamente el nivel de gravedad 1, de una escala de 1 a 3, conforme al Plan de Protección Civil ante Emergencias por Incendios (INFOCAL).
La proximidad de las llamas en las fincas de Cant Tort, Can Lluc y Can Martí, éste último un agroturismo, motivó que se procediera a la evacuación de todas las personas que se hallaban en el lugar. Según informaron fuentes del 112, un total de nueve personas fueron desalojadas, dos de la primera finca y otras siete de la segunda. Como medida de precaución, los vecinos del municipio también sufrieron cortes de carretera.
Control
La superficie arrasada a las seis de la tarde se cifraba en torno a las seis hectáreas. Poco después el 112 mostraba su confianza en que se pudiera dar por controlado el incendio en las horas siguientes y que el área perdida no superara en ningún caso las siete hectáreas.
Los once bomberos del Parque Insular movilizados (el retén de guardia y dos refuerzos) regresaron a su base de Sant Rafel sobre las ocho de la tarde mientras sus compañeros del Ibanat continuaban refrescando la zona y acotando los fuegos aislados que se iban encontrando, así como los recodos que se iban detectando.
Las tareas de extinción fueron seguidas por distintas autoridades de la Isla, entre ellas la consellera d'Interior del Govern, Pilar Costa, y el conseller de Medi Ambient, Albert Prats, que se desplazaron hasta el lugar donde se coordinaban los trabajos.