La Audiencia Provincial resolvió ayer con una sentencia de conformidad y penas de cinco y tres años de prisión la causa contra un grupo sudamericano que traficaba con cocaína en Vila y que lideraba una ecuatoriana de 43 años vecina de la calle Castilla.
La banda fue desmantelada por la policía en abril del año pasado, en la denominada operación 'Sancocho', tras decomisarse más de un kilo de esta droga y descubrirse un piso de seguridad, en la calle Avicena, que se utilizaba para el almacenamiento de los estupefacientes. Todos los sospechosos guardaban algún lazo de parentesco entre sí. También se requisaron 13.300 euros que se cree obtenidos con el tráfico.
Cabecilla
La principal penal, la de cinco años y 200.000 euros de multa, recayó en O.M.B.P., una mujer a la que la investigación atribuyó no sólo la dirección del grupo sino también el control sobre la distribución de la cocaína. Dicha labor la llevaba en concurso con su hijo de 23 años, L.A.B.B. y la novia de éste, la colombiana L.M.L.Ch., de 28 años.
El último implicado, el tambuién colombiano J.J.Ch.O., de 37 años y yerno de la cabecilla del grupo, se encargaba principalmente de la vigilancia del piso donde se guardaba la droga y preparaba la cocaína antes de su comercialización entre los consumidores.
El mismo individuo, a su vez, llevaba la contabilidad de las ventas y, en ocasiones, realizaba los cobros a los 'clientes' que solían abastecerse bien a través de su contacto directo o bien a través de los que pudieran concretar L.A.B.B. y su pareja, L.M.L.Ch. Estos tres último se reconocieron también autores del delito contra la salud pública que se les imputaba y y aceptaron, a cambio, una condena de tres años de cárcel y el pago de 76.500 euros, pena en la que reconocía la merma de sus condiciones volitivas por la grave adición que ellos mismos padecían.
La mayor parte de la droga decomisada, cerca de 1.300 gramos, fue descubierta en un piso de la calle Avicena de Vila, inmueble en el que, en otro piso, residía J.J.Ch.O.