Un conductor de nacionalidad española fue juzgado ayer y condenado a un año de prisión tras reconocerse autor de un delito de atentado que se le impuso después de corriera peligro la integridad física de un agente de la Guardia Civil al que estuvo a punto de arrollar en un control establecido entre Santa Eulària y Sant Carles.
El acusado no respetó el control y huyó después de esquivar estando a punto de arrollar a uno de los agentes que participaban en este operativo, instalado en una rotonda de esta carretera el pasado 6 de abril.
El acusado fue detenido después de que se hubiera apuntado su matrícula y se le identificara. Según el atestado, para huir dio varios acelerones y se saltó también un ceda al paso.