Un turista británico borracho fue detenido anteayer en Cala de Bou después de que fuera descubierto durmiendo en un hotel que estaba preparando su apertura y en el que se encontraron daños cuyo valor supera los 1.600 euros. El acusado, un hombre de 40 años que dijo ser en su país diseñador gráfico, se alojaba en el establecimiento colindante en el que ocurrió todo.
D.P.G. fue entregado ayer en el juzgado por la Guardia Civil de Sant Antoni. Durante su comparecencia negó haber ocasionado cualquier tipo de destrozo dentro del inmueble y justificó su presencia en una de las habitaciones porque, según él, fue el primer sitio que halló cuando buscaba un refugio para protegerse del frío.
La intervención policial que concluyo con su arresto tuvo lugar en la mañana del lunes cuando un encargado de mantenimiento del hotel S'Estanyol llegó a este hotel para abrir sus puertas y que pudiera entrar el resto del personal citado ese día para continuar con los preparativos de la temporada.
Nada más pasar se encontró con que alguien había destrozado tres puertas junto con otros daños que se localizaron en la planta baja y en el primer piso.
Hallazgo
Momentos después, y tras dar una batida por las instalaciones, vio cómo una persona desconocida y con síntomas de ebriedad descansaba en una de las habitaciones de la primera planta.
El atestado que fue presentado en el juzgado confirmó que D.P.G. presentaba un fuerte olor a alcohol y que, paralelamente, daba síntomas de ir bebido por el estado de aturdimiento que evidenciaba en los minutos siguientes a su despertar.
El propio D.P.G. terminó informando de que estaba hospedado en el hotel San Remo y que, si bien no sabía bien cómo había llegado hasta ese lugar, recordaba que
había sentido mucho frío durante la noche tras haber salido y que buscó un refugio. En todo momento D.G.P. negó que la hubiera emprendido a golpes con el mobiliario que halló a su paso.
El acusado tampoco aclaró si se había confundido de alojamiento cuando intentaba regresar a su habitación.