Mucha sangre para nada. Menos para los cuatro agentes de la Policía Local de Santa Eulària a los que hubo que suministrar un kit profiláctico contra enfermedades muy infecciosas como el VIH o la hepatitis B.
Éste es el resultado final de la reyerta que tuvo lugar en la madrugada de ayer en un bar de es Canar cuando dos hombres ensangrentados se agredieron mutuamente después de que uno de ellos mediara en defensa de una mujer y uno de los implicados, escupiera sangre contra los policías que intervenían supuestamente con la intención de mancharlos.
Diligencias
Los dos juzgados que han intervenido por este suceso presumiblemente sobreseerán las diligencias que se han abierto por este caso. Sólo estaba previsto que el acusado que escupió sangre a los policías tuviera que responder de una supuesta falta de ofensas.
La pelea comenzó después de que uno de los implicados rechazara a su pareja, una mujer de nacionalidad finlandesa. Ésta restó importancia a lo sucedido ayer en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer y dijo que no iba a interponer ninguna denuncia.
Caso similar ocurrió con A.I.K., natural de Sierra Leona y de 40 años, y el dominicano M.M.L, de 31, los dos hombres a los que los agentes encontraron cubiertos de sangre después de que uno de ellos supuestamente agrediera al otro con una silla de hierro y el otro le atacara luego con un cuchillo de grandes dimensiones.
Ambos individuos, a su vez, manifestaron ayer en el juzgado de guardia su deseo de guardar silencio y acogerse a su derecho a no declarar por lo que tampoco se formuló ninguna denuncia contra nadie por delitos de lesiones. El fiscal, ante esta situación y aunque uno de ellos tuvo que precisar intervención quirúrgica, también tuvo que pedir que se archivaran las actuaciones en este sentido, aunque mantuvo la acusación por ofensas contra el que escupió sangre.
«Cogédmelo porque voy a matar al cabrón éste»
La Policía Local recogió en su atestado que durante la trifulca hubo momentos de gran violencia. El hombre que esgrimía un cuchillo lo entregó tras pronunciar estas palabras. «Cogédmelo porque voy a matar al cabrón éste». En el informe policial presentado en el juzgado de guardia también se señalaron amenazas como ésta: «Ahora me arrepiento de no haberte matado, que sepas que te voy a matar. Eso tenlo por seguro».